Claudio Daniel Antihual y Claudio David Ramos Gatica fueron condenados a 25 años de prisión como autores del asesinato del panadero Cristian Eduardo Moya, ocurrido en enero de este año en la localidad de Senillosa. Ambos admitieron ser los culpables, por lo que en breve comenzarán a cumplir la sentencia.
Este jueves en la audiencia desarrollada en la Ciudad Judicial, la fiscal Silvia Moreira y el asistente Juan Pablo Jávega acordaron con la defensa de Antihual y Ramos Gatica que aceptaban tanto la responsabilidad del crimen como la pena a cumplir. El tribunal, integrado por Estefanía Sauli, Natalia Pelosso y Cristian Piana, avaló el acuerdo, declaró las responsabilidades y firmó la sentencia.
Cristian Moya, un reconocido panadero de Senillosa, fue asesinado el 10 de enero de 2024 en su vivienda. Se encontraba dentro de su automóvil Fiat Cronos, hablando por teléfono en el patio, cuando fue sorprendido por Antihual y Ramos Gatica, con el propósito de robarle.
Moya se resistió al robo y luchó contra los delincuentes hasta que cuatro disparos impactaron en las piernas y cadera. Esa situación de indefensión permitió que Antihual se sentara en la butaca del conductor e iniciara las maniobras para sacar el vehículo a la calle, mientras que Ramos Gatica se acomodó en el asiento del acompañante. Moya se acercó a la puerta del conductor y volvió a forcejear con los imputados. Ante la resistencia de la víctima y con la finalidad de consumar la sustracción del vehículo, Ramos Gatica volvió a dispararle en la zona del tórax causándole una herida mortal. Finalmente, los dos acusados se dieron a la fuga en el vehículo.
La fisca Moreira detalló los agravantes mediante los cuales se alcanzó el monto de pena acordado entre los que mencionó que los dos imputados tienen antecedentes penales computables, que Antihual estuvo en rebeldía tras no regresar de una salida transitoria fijada en un caso de homicidio; mientras que Ramos Gatica fue detenido cuando estaba bajo el régimen de libertad asistida cumpliendo una condena unificada por hechos de robo y abuso de armas.
Otros agravantes que la fiscal del caso valoró fueron la naturaleza de la acción, que durante el hecho mostraron un desprecio absoluto por la vida de Moya, los medios empleados para cometer el delito, la extensión del daño causado en la familia de la víctima y el peligro ocasionado ya que fue un hecho cometido en la vía pública, entre otros.
Como atenuantes, la funcionaria de la fiscalía valoró la edad de ambos imputados y su reconocimiento de la participación en el hecho.
Con el acuerdo alcanzado hoy, en los próximos días se deberá hacer una audiencia de ejecución, en la que se realizará la composición de las condenas con penas anteriores y se dictaran las reincidencias que le corresponden a cada uno.