Durante la madrugada del jueves 7 de noviembre, un hecho de extrema violencia sacudió a Rincón de los Sauces. Un joven identificado como E.I.E.P. fue acusado por la fiscalía de haber intentado matar a su propio padre, tras una discusión que terminó con una puñalada en el abdomen de la víctima.
La audiencia de formulación de cargos se realizó el viernes, donde la asistente letrada Yesica Barbich, bajo la supervisión de la fiscal del caso Rocío Rivero, imputó al joven por el delito de homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa, según lo establecido en los artículos 80 inciso 1, 42 y 45 del Código Penal.
De acuerdo con la acusación presentada ante el juez de garantías Juan Guaita, el joven se presentó en la vivienda de su padre entre las 2 y las 3 de la madrugada, pese a tener medidas cautelares vigentes que le prohibían ejercer violencia o acercarse a la víctima en el marco de una causa de familia.
Según detalló la fiscalía, el acusado saltó la medianera, ingresó a la vivienda y comenzó una discusión con su padre que derivó en un forcejeo. En ese momento, le asestó una puñalada en el abdomen y huyó del lugar junto a su pareja. Minutos después fue detenido por la policía en la vía pública. La víctima sufrió una herida cortante en la zona del hipocondrio izquierdo y logró pedir auxilio.
Según detalló la fiscalía, el acusado saltó la medianera, ingresó a la vivienda y comenzó una discusión con su padre que derivó en un forcejeo. En ese momento, le asestó una puñalada en el abdomen y huyó del lugar junto a su pareja. Minutos después fue detenido por la policía en la vía pública. La víctima sufrió una herida cortante en la zona del hipocondrio izquierdo y logró pedir auxilio.
La representante del Ministerio Público Fiscal subrayó que existían antecedentes previos de violencia familiar, con denuncias que datan de mayo de este año y un nuevo episodio ocurrido en octubre, cuando la víctima volvió a advertir sobre agresiones y amenazas de su hijo.
Durante la audiencia, Barbich pidió la prisión preventiva, argumentando que existía riesgo de entorpecimiento de la investigación y, sobre todo, la necesidad de proteger a la víctima. “Las medidas cautelares como la prohibición de acercamiento y contacto no son viables, ya que el imputado no las ha cumplido”, señaló la fiscal. “No hay razones para confiar en que ahora lo hará”, añadió.
Sin embargo, el juez avaló la formulación de cargos y fijó un plazo de investigación de cuatro meses, aunque resolvió una medida más leve: dispuso que el imputado cumpla detención domiciliaria, con rondines policiales diarios y sorpresivos para verificar su cumplimiento.
Hasta tanto se confirme el domicilio ofrecido, el acusado permanecerá con prisión preventiva por cinco días.