Golpes, miedo y una huida desesperada
La violencia comenzó la noche anterior en una cabaña de la localidad de Moquehue, donde Mabel Rosana López Fernández se alojaba junto a su pareja y dos trabajadores. Según la acusación, el hombre la golpeó brutalmente en el rostro y en distintas partes del cuerpo mientras compartían alcohol.
La mujer logró escapar en plena madrugada. Herida y con visibles lesiones, fue hallada por los dos empleados cerca de la Ruta Provincial 13, quienes decidieron acompañarla caminando hacia Villa Pehuenia. Durante el trayecto, la víctima relató lo ocurrido y llegó a comunicarse con su hermano para contarle lo que había pasado.
El reencuentro que terminó en tragedia
Horas más tarde, el agresor la encontró en la zona de la Aduana. La convenció de subir nuevamente a la camioneta que él conducía, en la que también viajaban los dos trabajadores que habían presenciado la agresión.
De acuerdo con la investigación que lleva adelante el Ministerio Público Fiscal y la Policía, durante el viaje hacia Zapala, la pareja discutió en guaraní. La tensión crecía, hasta que al llegar al puente de Kilka, el hombre detuvo la marcha y les pidió a los testigos que descendieran del vehículo, con la excusa de que quería hablar a solas con la mujer.
El barranco y la caída mortal
Instantes después, el acusado aceleró y desvió bruscamente la camioneta hacia el precipicio. Él alcanzó a saltar antes, pero Mabel no llevaba puesto el cinturón de seguridad y no logró salir del rodado. La camioneta cayó dando vueltas y cayó en el agua.
“La víctima no llevaba puesto el cinturón de seguridad y no pudo escapar del vehículo antes de la caída”, afirmó la fiscal que dirige la investigación junto a la asistente letrada Margarita Ferreyra.
Explicó que “la camioneta cayó de punta y dando vueltas” y que la mujer quedó herida, tirada en el agua y pidiendo ayuda. Fue asistida por personal médico, pero falleció mientras era trasladada al hospital de Zapala por lo grave de las lesiones.
Imputación y prisión preventiva
La fiscal del caso, Laura Pizzipaulo, acusó al hombre por homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género. Solicitó además cuatro meses de investigación y dos meses de prisión preventiva.
Durante la audiencia, la defensa sostuvo que el hecho fue “un accidente”, pero la jueza Bibiana Ojeda avaló la imputación de femicidio y la prisión preventiva por riesgo de fuga e influencia sobre los testigos.