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Miércoles 01 de Octubre, Neuquén, Argentina
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La mataron de un golpe y la tiraron en el basural: Angela Díaz y otro femicidio en medio de la vulnerabilidad

La autopsia reveló que murió por un traumatismo de cráneo. Su identificación fue posible gracias al cruce de datos médicos con el hospital Castro Rendón, donde había sido operada de la rodilla. Queda expuesta, otra vez, la vulnerabilidad extrema de las víctimas.

Por Redacción

Miércoles, 01 de octubre de 2025 a las 08:46
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Un hallazgo que sacudió a la meseta neuquina

El 18 de septiembre, un trabajador encontró el cuerpo de una mujer en un sector de cantera, próximo al basural de la meseta neuquina. El hallazgo, en un lugar desolado y apartado, fue el inicio de un caso que conmovió a toda la región y que rápidamente se orientó a ser investigado como un femicidio.

El examen forense practicado al día siguiente fue categórico: la causa de muerte había sido un traumatismo de cráneo. No había rastros de heridas de bala ni de cuchillo. El golpe en la cabeza fue letal, y esa certeza transformó la causa en una investigación urgente por violencia de género.

Mientras los peritos trabajaban sobre los restos, también detectaron una pista inesperada: una cirugía reciente en una de sus rodillas. Ese detalle abrió la puerta a un camino clave para descubrir quién era la víctima.

El cruce de datos que permitió identificarla

Con el dato quirúrgico, los investigadores enviaron pedidos a los hospitales públicos de Neuquén y Río Negro: necesitaban información de mujeres jóvenes que hubieran sido operadas en la rodilla en los últimos dos años. La estrategia fue cruzar los registros clínicos con los resultados de la autopsia.

La respuesta llegó desde el hospital Castro Rendón. Allí se detectó que una paciente de 23 años, Ángela Gladis Díaz, había sido intervenida recientemente en la rodilla. La coincidencia con las huellas dactilares analizadas por la Policía Federal terminó de confirmar su identidad.

Este procedimiento interdisciplinario fue decisivo. Mostró cómo la articulación entre la medicina, la justicia y las fuerzas de seguridad puede acelerar la resolución de un caso en el que cada hora de demora agrava la angustia de las familias.

Una víctima en situación de extrema vulnerabilidad

La joven, de apenas 23 años, atravesaba una vida marcada por la vulnerabilidad. Ese contexto no solo agrava el dolor por su muerte, sino que también pone en evidencia las condiciones de riesgo en las que tantas mujeres quedan expuestas.

La fiscal Guadalupe Inaudi tomó intervención directa en la investigación. Desde el Ministerio Público se informó que la familia de la víctima recibe acompañamiento del Centro de Atención a Víctimas y Testigos, en un intento por contener el enorme impacto emocional que deja este crimen.

La autopsia determinó que Ángela llevaba entre cinco y diez días fallecida antes de ser encontrada. Ese período sigue bajo análisis, ya que podría ser clave para reconstruir cómo y dónde pasó sus últimas horas de vida.

La investigación como femicidio

Desde el primer momento, el expediente fue caratulado como femicidio. Bajo este marco, se investigan posibles antecedentes de violencia de género y se busca establecer el entorno en el que la joven se movía.

Los fiscales y la Policía no descartan ninguna hipótesis. Por ahora, se concentran en recolectar testimonios, analizar registros y procesar evidencia forense que permita acercarse a los responsables del crimen.

El caso de Ángela Díaz es un nuevo recordatorio brutal de la violencia machista que sigue cobrando vidas en Neuquén y en todo el país. La investigación continúa bajo un fuerte hermetismo, pero con la presión social de que no quede impune.

Otro caso muy reciente en Neuquén: Jessica pidió ayuda una y otra vez, pero la mataron en su casa

Poco más de 15 días atrás, dos días después de que hallaron a Angela, un familiar descubrió el cuerpo de Jessica Scarione, de 35 años, dentro de la precaria casilla en la que vivía sobre la calle Maíz, en el barrio Colonia Rural Nueva Esperanza, en Neuquén capital. La escena era devastadora: desorden, objetos rotos y el cuerpo de la joven con disparos y heridas de arma blanca.

La autopsia reveló que murió por una hemorragia masiva causada por un balazo que dañó la arteria ilíaca. También presentaba signos de pelea y cortes en distintas partes del cuerpo. Los vecinos confirmaron lo que se sospechaba: el viernes habían escuchado una fuerte discusión.

El principal acusado es Luis Alberto Espinoza, de 45 años, expareja de Jessica y denunciado en múltiples ocasiones por violencia de género. Fue detenido en el basural de Senillosa, en medio de un gran operativo con drones, policías camuflados y mucho despliegue.

Jessica lo había denunciado reiteradas veces. Tenía un botón antipánico, restricción de acercamiento y hasta pasó por un refugio de mujeres. Sin embargo, las idas y vueltas con su agresor terminaron siendo el preludio del final que la Justicia no logró evitar.

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