Una reacción violenta e injustificada
El hecho ocurrió sobre la calle Terrada al 2600, en Villa del Parque, CABA, cuando la joven estacionó su auto a pocos metros de su casa. Poco después, escuchó golpes en la vereda y salió para ver qué ocurría. Según consta en la denuncia, el hombre estaba pateando y golpeando su vehículo con una bolsa, sin que el rodado obstruyera la entrada del garage.
La víctima comenzó a filmar la escena con su celular y, en ese momento, el jubilado le pegó un golpe en el rostro, provocándole una lesión superficial en el mentón. La agresión fue registrada en video y rápidamente se difundió en redes, generando una ola de comentarios de repudio.
Intervino la policía y la Justicia lo citó
Tras el ataque, personal de la Comisaría Vecinal 11A de la Policía de la Ciudad acudió al lugar y demoró al agresor.
La Fiscalía de la Unidad de Flagrancia Oeste lo imputó por los delitos de lesiones y amenazas, y ordenó que se presente en la Fiscalía 27 dentro de las próximas 72 horas, bajo apercibimiento de ser declarado en rebeldía si no lo hace.
En paralelo, la joven fue asistida por personal judicial y recibió un botón antipánico como medida de protección. También deberá brindar testimonio ante la Oficina de Violencia de Género.
Qué dijo la familia del acusado
Durante el procedimiento, la esposa del agresor informó que el hombre padece problemas coronarios, motivo por el cual fue trasladado con custodia policial a una clínica privada para ser atendido.
Una vez que el fiscal recibió el informe médico, citó al jubilado para que comparezca ante la Justicia porteña y responda por los cargos en su contra.
Indignación y repudio
El caso generó fuerte rechazo por la violencia desmedida del agresor, especialmente porque la grabación muestra que el vehículo de la joven no obstruía el paso. El episodio reavivó el debate sobre la escalada de agresiones cotidianas y la falta de control emocional ante conflictos menores.
El hombre deberá ahora presentarse ante la Justicia. De no hacerlo, podría ser declarado en rebeldía.
Mientras tanto, la víctima cuenta con medidas de resguardo y el acompañamiento judicial correspondiente.
Una escena absurda y violenta que volvió a poner en evidencia la intolerancia y la violencia de género en situaciones cotidianas.