En una audiencia breve pero cargada de definiciones, la fiscal del caso de Robos y Hurtos, Mariana Córdoba, junto al asistente letrado de Narcocriminalidad, Pablo Jávega, presentaron un acuerdo pleno que selló la responsabilidad penal de Hugo Alejandro Burgos por una seguidilla de delitos cometidos en el Oeste neuquino entre mayo y agosto de este año. El documento no solo incluyó la admisión de los hechos por parte del imputado, sino también la fijación de una pena de 3 años y 6 meses de prisión de cumplimiento efectivo.
El juez Raúl Aufranc homologó el acuerdo, declaró la responsabilidad penal de Burgos y confirmó la condena. También informó que la sentencia completa estará disponible dentro del plazo legal. Debido a que ambas partes renunciaron a los tiempos procesales previstos, en los próximos días se realizará la audiencia de ejecución para que el ahora condenado comience a cumplir formalmente la pena, aunque ya permanecía detenido bajo prisión preventiva.
Una seguidilla de robos y un hallazgo de droga
La imputación reunió ocho hechos cometidos durante 2025. Todos ocurrieron en barrios de la zona Oeste de Neuquén y muestran un patrón de reiteración delictiva que la fiscalía destacó durante su presentación.
El raid comenzó el 17 de mayo, cuando Burgos forzó la puerta de una vivienda y se llevó una aspiradora, una campera con llaves de un Toyota Etios y una tarjeta de Mercado Pago. Apenas 24 horas después, volvió a la misma casa y abrió el baúl del vehículo utilizando la llave robada: esta vez sustrajo herramientas, otra campera y documentación.
El 19 de mayo regresó por tercera vez al mismo domicilio, aunque en esa ocasión el dueño lo sorprendió y evitó que concretara un nuevo robo.
La modalidad cambió en julio, cuando Burgos empezó a cometer asaltos con un arma de fuego cuya aptitud para disparo no pudo acreditarse. El 15 de julio, primero en una panadería de la calle Godoy y luego en un cotillón de Dr. Ramón, apuntó a los empleados y escapó con sumas que rondaron los 15.000 y 25.000 pesos. Días después, el 28 de julio, repitió el accionar en una agencia de quiniela de la calle Rodhe, donde robó aproximadamente 170.000 pesos.
El 31 de julio, otro comercio de la zona fue blanco del mismo mecanismo: entró simulando una compra, exhibió el arma y huyó con unos 20.000 pesos.
El último hecho tuvo lugar el 6 de agosto, cuando durante un allanamiento policial en el marco de una investigación por robo se encontraron 48 envoltorios de cocaína —13,7 gramos en total— ocultos bajo un colchón en su domicilio del barrio San Lorenzo.
Delitos reconocidos y pena acordada
Burgos admitió su participación en cada uno de los hechos y aceptó ser responsable por robo agravado por el uso de arma de fuego en cuatro ocasiones, robo simple, hurto agravado por el uso de llave verdadera (en un hecho consumado y otro en grado de tentativa) y tenencia simple de estupefacientes. Todos los delitos fueron unificados en concurso real.
Con esos elementos, el acuerdo entre la fiscalía y la defensa fijó la pena en 3 años y 6 meses de prisión efectiva, lo que fue ratificado sin objeciones por el magistrado.
Burgos continuará detenido mientras se espera la audiencia de ejecución y la posterior firmeza de la sentencia que cerrará formalmente un caso marcado por la reiteración delictiva en pocos meses y la rápida resolución judicial.