El delincuente con el mayor prontuario por robos y ataques violentos en Centenario, apodado “Lagrimita”, volvió a ser noticia en la madrugada del miércoles, cuando protagonizó un nuevo episodio delictivo. En esta ocasión, el sujeto rompió el vidrio de un automóvil estacionado, robó objetos del interior y se dio a la fuga, pero fue rápidamente interceptado por la policía. Pese a su historial delictivo y la gravedad de su accionar, la fiscalía dispuso su liberación horas después del arresto, sin medidas preventivas que impidieran su regreso a las calles.
A las 2 de la madrugada, vecinos de la zona de las calles Honduras y Nicaragua advirtieron que un Fiat Palio estacionado había sido vandalizado. La ventanilla trasera derecha del vehículo estaba rota, y algunos objetos habían sido sustraídos. Ante este hecho, los habitantes de la zona dieron aviso inmediato a la policía. El personal de la Comisaría 52 se dirigió al lugar, y el Centro de Monitoreo también reportó la presencia del delincuente en las cercanías.
A unas cuatro cuadras del lugar del robo, en las intersecciones de Honduras y Perú, los agentes detectaron a un individuo que intentaba robar un reflector y pateaba los portones de las viviendas. Fue allí donde finalmente se interceptó a “Lagrimita”, quien tenía en su poder la radio robada del vehículo. Fue demorado y trasladado a la sede policial, pero, como en ocasiones anteriores, la fiscalía decidió liberar al delincuente tras unas horas de detención.
Lo intentaron linchar
El nombre de “Lagrimita” Chirino es conocido en Centenario, no solo por sus múltiples robos y episodios de violencia, sino también por su capacidad para eludir medidas judiciales. En su historial figuran numerosos hechos delictivos, que incluyen robos violentos a vecinos y comercios de la zona, así como enfrentamientos con la policía. Sin embargo, en cada ocasión, pese a la evidencia de sus actos y su violencia, las autoridades no lograron mantenerlo bajo custodia.
En medio de su historial delictivo, a mediados de octubre, un grupo de vecinos intentó lincharlo cuando fue sorprendido en un robo junto a otro cómplice. En esa ocasión, los delincuentes intentaban sustraer objetos de un comercio local, y los residentes, visiblemente enfurecidos, intentaron hacer justicia por mano propia. La policía logró intervenir antes de que la situación escalara, pero el enojo de los frentistas reflejaba la creciente desesperación de una comunidad que se siente impotente ante la repetida libertad de "Lagrimita".