No fue su día. Ni el del mecánico, ni el de los ladrones. En un intento de robo que parece sacado de una película mala, dos individuos se llevaron un Toyota Corolla de un taller mecánico en el barrio Belén. Lo que no sabían era que la Policía estaba más rápida que ellos.
Todo arrancó alrededor de las 17:00, cuando los amigos de lo ajeno forzaron la puerta del taller, rompieron dos candados (sí, dos, porque uno no alcanza) y se llevaron el vehículo que estaba en resguardo porque su dueña se encontraba en Buenos Aires. Tal vez pensaron que iban a tener tiempo de dar un par de vueltas antes de que alguien se diera cuenta. Pero no.
El dueño del taller, más atento que nunca, dio aviso inmediato a la Policía. En minutos, se armó el operativo cerrojo. Y ahí empezó la persecución.
El Corolla fue detectado en Almafuerte II, pero en lugar de frenar y asumir la derrota, los ladrones optaron por la clásica: “yo acelero y veo qué pasa”. Spoiler: pasó que los acorralaron en Cuenca XVI y no les quedó otra que abandonar el auto y salir corriendo hacia las bardas como en un capítulo de Cops.
Pese al operativo, los sospechosos lograron evadir el rastrillaje. Dejaron el auto (por suerte, intacto) y se perdieron entre los senderos de tierra. Pero dejaron una escena digna de meme: robo, fuga, abandono y cero trofeo.
Ahora el vehículo fue recuperado y entregado a la Justicia, y la propietaria, cuando vuelva de Buenos Aires, al menos sabrá que su Corolla resistió una mini película de acción sin un rasguño.