Ni oro, ni celulares, ni autos de alta gama: en Neuquén ahora también se afanan baños químicos. Pero el intento fue tan insólito como fallido. Ocurrió esta madrugada en el barrio Gregorio Álvarez, cuando tres sujetos fueron sorprendidos por la policía mientras trasladaban por la calle un baño químico robado como si fuera un carrito de supermercado.
El operativo arrancó con un llamado anónimo que alertó sobre un grupo de personas empujando un “objeto sospechoso”. Cuando el patrullero de la Comisaría 21 llegó a las calles 6 y 8, los encontró intentando esconder el inodoro portátil en el garaje de una casa. Literal.
Lo que no esperaban los agentes era que vecinos salieran a la calle y quisieran defender el baño robado. Sí, un grupo intentó impedir el procedimiento para evitar que los demoraran, como si se tratara de un rescate cinematográfico.
El operativo necesitó refuerzos y terminó con dos mayores demorados y un menor aprehendido, ninguno con justificativo sobre la procedencia del artefacto sanitario.
Durante el rastrillaje, los policías notaron que una obra en construcción del Polideportivo del barrio tenía el cerco perimetral dañado, justo donde debería estar el baño químico. El encargado fue notificado para verificar si había otros faltantes.
El baño, por su parte, fue secuestrado y trasladado a la comisaría (sí, suena gracioso, pero es real), mientras los involucrados quedaron a disposición de la Justicia.
La escena fue tan surrealista que en redes ya lo llaman “el Narco Baño Gate” o el “robo más oloroso del año”.