Leonardo Cositorto, fundador de Generación Zoe, continúa con su intención de involucrarse en la política a pesar de estar condenado a 12 años de prisión en Corrientes y 11 años en Salta por asociación ilícita y estafas continuadas. En un diálogo reciente con Noticias Argentinas, relató las difíciles condiciones que atraviesa en la cárcel y cómo se siente limitado para participar políticamente.
El empresario fue sentenciado en febrero en Goya, Corrientes, y meses después recibió otra condena en Salta. Tras regresar a la Unidad Penal Nº6 San Cayetano, describió el calvario que vivió en Salta: “Me trajeron 67 días y me tuvieron encerrado en una celda incomunicado y así me llevaban al juicio con la cabeza estallada porque te ponen música todo el día”.
Además, denunció la precariedad en la prisión: “Me dieron de comer comida de cuarta, todos usan un mismo baño, tres personas duermen en un colchón en el piso, es todo un negociado”. Según Cositorto, en lugar de promover la reinserción, las cárceles “te terminan de deformar o condenar al delito o a la adicción”.
Sobre su juicio en Salta, afirmó que fue una experiencia de “prisión de tortura” y apuntó a una persecución: “Está siendo una prisión de tortura y con una persecución y una doble condena ridícula sobre la misma causa. En Salta prácticamente no me han dejado poner un testigo ni una prueba. Está todo amado”.
Un hecho relevante que contó fue la reunión que mantuvo el pasado jueves en Corrientes con integrantes de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. Allí les explicó la situación que padece desde hace 40 meses. “Espiritualmente estoy fortalecido, interiormente estoy fantástico. Físicamente me han torturado de todo tipo, estoy muy golpeado de la salud, pero no perdemos la visión ni el propósito de vida. Así que contento de que haya venido esta gente a verme”, expresó.
El empresario también manifestó su enojo por los beneficios que, según él, recibió Cristina Fernández de Kirchner durante su proceso: “Estuvo todo el proceso afuera y hasta se pudo presentar para vicepresidenta”.
En cuanto a otras causas judiciales, Cositorto enfrenta procesos en Córdoba y Buenos Aires. En Córdoba, donde está la causa principal de Generación Zoe, recuperó la libertad en mayo tras cumplir el plazo máximo de tres años con prisión preventiva. Sin embargo, aseguró que la fiscal Juliana Companys está impulsando denuncias y que el caso está “estancado y sin avances”.
Respecto a Buenos Aires, anticipó que en una semana o diez días podrían comenzar a tomar declaraciones en una causa que avanza en lo civil y comercial.
A pesar de todo, Cositorto no abandona su sueño político. Hace algunos meses había manifestado su deseo de ser diputado en la provincia de Buenos Aires y reiteró su intención: “Confío en lo que Dios quiera. Hace falta hacer transformaciones profundas desde lo laboral, lo educativo, lo previsional y bueno, lo productivo. Sí, me gustaría, pero no me han dejado porque estuve totalmente incomunicado”.
Sobre la situación carcelaria, lanzó una dura crítica: “Cada preso le cuesta a la Argentina $82 mil por día, pero esos no son espacios de reinserción como dicen. Si el presidente Javier Milei y todos nosotros dejamos pasar de largo todas estas barbaridades, el país no tiene salida”.
Antes de cerrar la entrevista, expresó con firmeza: “Quiero entrar en la política. Es claro que no les gusta que yo hable y que cuente, pero la verdad es que miedo ya no tengo”.