Un hombre fue condenado por abusar sexualmente de una niña que estaba bajo su cuidado legal y con quien tenía un vínculo familiar cercano. El ataque ocurrió en una vivienda de la ciudad, durante un fin de semana en el que la menor quedó a su cargo. La investigación judicial determinó que el abuso se produjo en un contexto de confianza, mientras ambos permanecían a solas en el domicilio. El caso se inició en 2024, cuando la madre de la víctima denunció la situación en la Comisaría de la Familia.
La causa incluyó entrevistas con profesionales especializados, pericias psicológicas y la declaración de la menor en Cámara Gesell, además de otros elementos probatorios que confirmaron los hechos.
Durante una audiencia de juicio abreviado, el imputado admitió su culpabilidad y aceptó la calificación legal propuesta por la fiscalía. La jueza homologó el acuerdo, considerando que existía evidencia suficiente y que se habían respetado las garantías del proceso.
La pena impuesta es condicional, pero con pautas de conducta estrictas por tres años: prohibición de acercarse a la víctima o a su domicilio, obligación de realizar un curso sobre nuevas masculinidades y violencia de género, restricciones para circular en horarios cercanos a la escuela de la niña, y prohibición de consumir alcohol o drogas. También deberá inscribirse en el Registro Provincial de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual.
La madre de la víctima fue notificada en la audiencia, y el caso quedó en manos del Juzgado de Ejecución Penal para controlar el cumplimiento de las medidas. Si el condenado incumple alguna de las condiciones, la pena podría convertirse en efectiva.