La fiscalía descentralizada de Allen avanzó con la acusación contra un hombre de 35 años por abuso sexual agravado contra una niña. La imputación se sostiene en varias pruebas, entre ellas la Cámara Gesell, testimonios y estudios forenses, que apuntan a hechos ocurridos desde 2020 hasta enero de este año, en las casas donde convivían la víctima y el acusado, en Neuquén capital y Allen.
Según la fiscalía, el hombre cometió los abusos utilizando amenazas, violencia y la fuerza, a pesar de que la niña se resistía. Los ataques habrían comenzado cuando la víctima era muy pequeña y se prolongaron en el tiempo, con una gravedad y reiteración que llevaron a calificar el caso como corrupción de menores.
El imputado está acusado por abuso sexual con acceso carnal reiterado, agravado porque era la persona encargada de la guarda y convivía con la menor, sumado a la promoción de corrupción de menores. La defensa penal pública no negó los hechos ni la calificación, pero solicitó que no se imponga la prisión preventiva, alegando que su cliente no entorpecerá la causa y proponiendo medidas alternativas como presentarse semanalmente y una restricción de acercamiento.
Sin embargo, la fiscalía insistió en la necesidad de la prisión preventiva por cuatro meses, argumentando que el riesgo de obstaculizar la investigación es alto dado el poder que tenía el imputado sobre la víctima y su familia, y por el miedo expresado por la niña hacia el hombre.
Finalmente, la jueza de Garantías aceptó la formulación de cargos y ordenó que el acusado siga detenido mientras avanza el proceso judicial. Este caso volvió a poner en foco la importancia de proteger a las víctimas y garantizar que el sistema judicial actúe con celeridad en casos tan sensibles.