La Fiscalía reforzó su pedido para que Cristian Graf, propietario de la vivienda donde se encontraron los restos de Diego Fernández Lima, sea indagado por el delito de “encubrimiento agravado”. Martín López Perrando, fiscal a cargo de la investigación, presentó un documento de 29 páginas con precisiones sobre la acusación.
Este nuevo requerimiento se produjo después de que el juez de Instrucción Alejandro Litvack solicitara más detalles para evitar futuras nulidades en el proceso judicial. En particular, pidió fechas exactas y fundamentos claros de la acusación contra Graf.
El fiscal destacó dos aspectos fundamentales: que el cuerpo de Fernández Lima fue enterrado en el chalet ubicado en avenida Congreso 3742, donde Graf residía en 1984 y sigue viviendo actualmente, y que ambos tenían una relación previa, ya que en 1983 fueron compañeros de segundo año en el ENET N° 36.
La presentación de López Perrando se dio a 20 días del pedido de sobreseimiento que realizó la defensa de Graf, calificando la imputación como “descabellada”. La defensa rechazó los planteos del fiscal y solicitó formalmente el archivo de la causa ante el juez Litvack.
Por su parte, la querella, representada por el abogado Hugo Wortman Jofre y la familia de la víctima, se opuso al pedido de sobreseimiento y exigió que se continúe con la investigación contra Graf por encubrimiento.
En declaraciones, Graf manifestó: “Soy el protagonista de una historia en la que me implican en una causa que no es mía. La causa prescribió, todos queremos saber quién fue para estar en paz. Tanto la familia Fernández como nosotros, vamos a quedar igual de manchados”.
Graf también expresó sus sentimientos ante la situación: “Me genera angustia e impotencia esto. Me da mucha bronca. A mi mamá le es muy difícil todo esto, no mira la tele porque el ver todo esto la deprime mucho”. Además, señaló que no puede acusar a nadie de haberle plantado el cuerpo porque “sería injusto”.
Finalmente, se mostró abierto a dialogar con la familia de la víctima: “Si la familia de Diego está dispuesta a hablar conmigo, no hay problema. ¿Por qué no? Pueden venir, entrar, no hay problema. Pero no van a seguir encontrando respuestas”.