Este miércoles comenzó el juicio contra un hombre imputado de privarle la libertad a su expareja, abusarla y amenazarla con un arma de fuego. El caso ocurrió el 23 de febrero de 2024 en Cutral Co.
La fiscal Gabriela Macaya adelantó que va a demostrar que el acusado, es responsable por los delitos de por privación de la libertad y abuso sexual con acceso carnal, en concurso real con el delito de coacción agravada por el uso de arma de fuego, amenazas agravadas por el uso de arma de fuego y lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género.
En su alegato, Macaya planteó que la víctima fue sometida durante la relación; que sufrió violencia física, sexual y económica, y que el varón la obligaba a consumir sustancias tóxicas.
Entre las pruebas que se producirán a lo largo de las jornadas, la fiscal destacó el testimonio de testigos, entre los que se encuentran efectivos policiales que intervinieron, las psicólogas del Servicio de Asistencia a Víctimas y Testigos de la fiscalía (SAVyT) y trabajadoras sociales.
La fiscal destacó también que el acusado registra antecedentes penales: en 2019 fue condenado por el delito de robo calificado por el uso de arma, y posteriormente fue declarado responsable por el delito de abuso sexual simple, agravado por el vínculo.
Ambos delitos fueron unificados en una única pena de 3 años de prisión de cumplimiento efectivo. El juicio continúa durante la jornada de este miércoles y se extenderá, en principio, hasta mañana, cuando se realicen los alegatos de clausura.
Cómo ocurrieron los hechos
De acuerdo con la teoría del caso del MPF, el hecho fue cometido el 23 de febrero de 2024, a las 14. La víctima fue interceptada por su expareja cuando salió de su vivienda, ubicada en un barrio de Plaza Huincul. El imputado la obligó a subirse en el vehículo que manejaba, le apuntó con un arma de fuego y la llevó hasta su domicilio.
Una vez en el interior de la vivienda, el imputado comenzó a golpearla en todas partes, la pateó, la llevó de los pelos hasta el baño, la metió debajo de la ducha con agua fría, y luego la llevó hasta su dormitorio, donde “ejerciendo actos de violencia física y consecuentemente anulando la resistencia de la víctima”, abusó sexualmente de la mujer.
Además, hasta el 26 de febrero de 2024, el imputado mantuvo a la víctima encerrada, la privó de su libertad y le quitó el teléfono, por lo que se aseguró de que no pudiera pedir ayuda.
Durante el juicio se resolverá otra acusación. Concretamente, la fiscalía le imputa que el 21 de marzo de 2024, a las 20, abordó a la mujer cuando salía de su domicilio, le apuntó con un arma de fuego, le quitó a su hija y, como en el otro hecho, la obligó a subirse al vehículo que este conducía.
En el trayecto, la víctima intentó bajarse, pero el imputado la tomó de los pelos, la golpeó en la cabeza con el arma, y la amenazó con prenderla fuego. Finalmente, la mujer logró saltar del vehículo y fue hasta un destacamento policial, en donde recibió ayuda. La fiscal explicó que a partir de este hecho se animó a denunciar el hecho anterior.