La fiscal Lucrecia Sola requirió que un hombre sea condenado a la pena de 13 años de prisión por intentar asesinar a una mujer que era su expareja, al provocar el vuelco del auto en el que ambos viajaban.
El hecho ocurrió el 4 de mayo cerca de las 21:20, en la zona de Bajada de Maida, en la intersección con la calle Chascomús de la ciudad de Neuquén.
El hombre manejaba un Chevrolet Corsa y la víctima viajaba en el asiento del acompañante. Habían llevado a una niña que es del entorno familiar de ambos, hacia la casa de una amiga. En un determinado momento mientras regresaban, el imputado golpeó a la víctima en la zona del abdomen, tomó el teléfono celular de ella y comenzó a revisar el contenido. Luego, la obligó a llamar a un hombre, que era su actual pareja, y después la amenazó con matarla: “ahora voy a volcar”, le dijo tras insultarla.
Con el objetivo de matar a la mujer, hizo una maniobra con el auto mediante la cual derrapó por el asfalto alrededor de 20 metros y luego sobre la banquina, hasta que el rodado volcó y quedó apoyado sobre el techo.
La víctima, mientras el acusado aceleró y realizó la maniobra, se agachó contra la zona de la guantera del auto. Tras el vuelco fue asistida por personas que pasaban por el lugar y la ayudaron a salir. Finalmente fue trasladada al hospital Horacio Heller.
En febrero de este año, un tribunal colegiado integrado por los jueces Luis Giorgetti y Juan Pablo Encina, y por la jueza Natalia Pelosso, lo condenó por el delito de homicidio agravado por el vínculo y por femicidio, en grado de tentativa y en calidad de autor.
Los mismos jueces son quienes definirán la pena en base a las pruebas presentadas por las partes. La resolución se dará a conocer este jueves.
En el alegato de cesura de la pena, realizada el martes, la fiscal indicó que, entre un mínimo de 10 años y un máximo de 15 años, la pena justa y ajustada a derecho es 13 años de prisión.
En ese aspecto Sola explicó que se arribó al monto de la pena, teniendo en cuenta la culpabilidad del condenado y la obligación del estado, por convenios internacionales, de actuar con debida diligencia para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
La representante de la fiscalía explicó que se tuvo en cuenta como atenuantes, que el hombre no registra antecedentes; y como agravantes se consideró la naturaleza de la acción, el modo y tiempo en que ocurrieron los hechos, la extensión del daño y el medio idóneo que se utilizó.
Sola afirmó que el hombre es plenamente consciente de lo que hace; “sabía que el accionar era riesgoso; puso en riesgo no solamente a ellos, sino a cualquier persona que pasara por el lugar”. Además, indicó que “en todo momento intentó desviar la información”. Asimismo hizo mención que el accionar agresivo fue constante y que intenta posicionarse de una mejor manera; caerles bien a las persona; y que en todo momento “traslada su responsabilidad a su expareja”.
La fiscal indicó que, como fue valorado en el juicio de responsabilidad, el condenado ejerció violencia de género durante prácticamente toda la relación e incluso después de separarse. “La violencia se fue incrementando hasta que en este último hecho quiso matarla”, puntualizó.