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Lunes 29 de Diciembre, Neuquén, Argentina
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Una almacenera fue abusada y el abusador zafó por la fiscal

Una comerciante de Catriel denunció un brutal abuso sexual dentro de su propio local. La fiscal Judith Saccomandi solicitó su sobreseimiento y el acusado evitó el juicio con apenas 1,2 millones de pesos y el compromiso de no acercarse a la víctima.

Lunes, 29 de diciembre de 2025 a las 15:41
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La fiscalía, querellante en la causa, debía acusar al abusador, pero solicitó el sobreseimiento

Una comerciante de Catriel denunció que un hombre ingresó a su local para comprar cervezas y terminó abusándola en reiteradas ocasiones. El sujeto fue acusado por abuso sexual, pero meses después la Justicia resolvió el caso con un criterio de oportunidad: prohibición de acercamiento y un resarcimiento simbólico de 1.2 millones de pesos. Finalmente, la jueza Rita Lucía dictó el sobreseimiento.

Todo comenzó el 10 de febrero, cuando la comerciante atendía su despensa como cualquier otro día. El cliente entró al local y pidió dos cervezas. Sin embargo, lo que parecía una transacción rutinaria se transformó en un calvario. Según la acusación, el hombre la tomó de las manos, la empujó contra la pared y comenzó a tocarle los pechos por encima de la ropa, mientras la besaba en la boca y en el cuello sin su consentimiento.

La escena, descrita por la fiscal adjunta Judith Saccomandi, es escalofriante. La mujer quedó paralizada por la sorpresa y el miedo, mientras el agresor avanzaba con violencia y descontrol.

Pero la pesadilla no terminó allí. El abusador la alzó en sus brazos y la llevó hasta la vivienda que conecta con el comercio. Una vez en la habitación, la arrojó sobre la cama y continuó con los tocamientos, esta vez por debajo de la ropa, llegando incluso a su vagina. La víctima logró empujarlo y escapar hacia la cocina, pero el hombre la persiguió, la sujetó de la cintura y bajó el cierre de su pantalón.

En ese momento, la obligó a tocarle el pene, mientras ella intentaba desesperadamente zafarse. Finalmente, consiguió nuevamente escapar hacia la calle y amenazar con llamar a la policía, lo que hizo que el abusador se retirara con las botellas de cerveza en la mano.

La fiscal pidió el sobreseimiento

Tras el horror vivido, la comerciante denunció el hecho. La causa avanzó y el 12 de mayo el hombre fue imputado por abuso sexual. Sin embargo, en octubre se abrió la puerta a una salida alternativa: un criterio de oportunidad. Este mecanismo, previsto por la ley, permite resolver conflictos sin llegar a juicio, siempre que se cumplan ciertas pautas.

Judith Saccomandi era fiscal adjunta y el pasado 15 de diciembre fue electa como fiscal titular

El pedido de sobreseimiento incluyó dos condiciones: que el acusado no tuviera contacto con la víctima y que abonara un resarcimiento simbólico de 1.2 millones de pesos. La comerciante aceptó la propuesta, aclarando que no quería continuar con el proceso judicial.

El 27 de noviembre, en una audiencia, la fiscal Saccomandi solicitó el sobreseimiento del imputado, argumentando que había cumplido con las pautas acordadas. El defensor acompañó el pedido y la jueza Rita Lucía lo avaló. En su resolución, explicó que el Ministerio Público Fiscal se había desinteresado de continuar con la causa y que, por lo tanto, no había posibilidad de avanzar en la acusación.

Lo más llamativo fue que el fallo dejó asentado que el trámite “no afecta el buen nombre y honor que pudiera gozar el imputado”. Una frase que, lejos de tranquilizar, encendió la indignación de quienes consideran que la Justicia minimizó un hecho gravísimo.

 

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