El Bolsón vive horas de tensión. En medio de un escenario donde el fuego es un riesgo permanente, la ciudad se conviertió en el epicentro de un despliegue preventivo sin precedentes. Protección Civil y la Policía de Río Negro recorren día y noche los rincones más vulnerables, con un objetivo claro y urgente: anticiparse al desastre, reforzar la presencia del Estado y blindar las zonas de interfase, donde viviendas, campings y bosque nativo conviven en un equilibrio frágil.
Primero, los patrullajes se concentran en los puntos más críticos: Villa Turismo, el cerro Piltriquitrón y las alturas donde el viento sopla con furia sobre la vegetación seca. Allí, cada ráfaga puede transformarse en chispa mortal. El personal de la Comisaría 12° acompaña a Protección Civil con logística y movilidad, sosteniendo largas jornadas que arrancan al amanecer y se extienden hasta el ocaso.
Pero la amenaza no se limita a las alturas. El operativo se extiende hacia los barrios del oeste, donde las viviendas dispersas se mezclan con caminos difíciles y espesura verde. En esos sectores, un descuido puede ser suficiente para que la tragedia golpee de lleno. Las recorridas permiten detectar puntos críticos y reforzar la vigilancia, porque aquí la prevención no es un protocolo: es cuestión de supervivencia.
Campings y turismo bajo la lupa
El verano trae movimiento, y con él, peligro. Campings y áreas turísticas, abarrotadas de visitantes, se convierten en escenarios de riesgo. La presencia conjunta de brigadistas y policías es un mensaje de control y cuidado. La prevención se vuelve visible, palpable, un recordatorio de que el fuego no perdona distracciones.
El despliegue también alcanza los sectores que ya fueron golpeados por incendios anteriores. Allí, la tierra aún guarda cicatrices y la amenaza es real. Cada recorrida suma información vital para evitar que las llamas resurjan. La experiencia pesa, y el recuerdo de lo vivido obliga a actuar antes de que sea demasiado tarde.
La prevención no se negocia
Desde el Ministerio de Seguridad remarcaron que estos operativos son parte de una estrategia sostenida en el tiempo, con presencia constante y coordinación entre áreas. Policía y Protección Civil avanzan juntas, escuchan a los vecinos y protegen lo más valioso: el entorno natural y la vida de quienes lo habitan. En El Bolsón, la prevención se transformó en la primera línea de defensa.