Un conductor neuquino de 39 años terminó volcando en la ruta Nacional 250, a la altura del kilómetro 255, después de una maniobra desesperada para esquivar a una camioneta blanca que le invadió el carril cuando viajaba rumbo a Las Grutas. Aunque el impacto fue violento y el auto quedó destruido, el hombre sólo sufrió lesiones leves y logró salir por sus propios medios.
El episodio ocurrió alrededor de las 14, cuando un automovilista que pasaba por la zona advirtió el desastre sobre la cinta asfáltica y dio aviso urgente a la Unidad Especial Vial de Pomona. Acto seguido, una comisión policial se trasladó al lugar y encontró un Chevrolet Prisma negro, completamente cruzado y con signos claros de haber volcado tras un despiste brusco.
Mientras los efectivos organizaban el tránsito y aseguraban la zona, el conductor, único ocupante del vehículo, relató lo que para él fue una escena de terror. Dijo que circulaba desde Neuquén, donde reside, hacia Las Grutas para disfrutar unos días de descanso. Sin embargo, todo se desmoronó en segundos cuando una camioneta blanca apareció de frente, invadió su carril y lo obligó a maniobrar como pudo para evitar una tragedia mayor.
A partir de esa maniobra, según explicó, perdió totalmente el control del auto. Entonces, mordió la banquina, deslizó varios metros y terminó dando un vuelco que, por cómo quedó el vehículo, pudo haber sido fatal. Para colmo, la camioneta que habría provocado todo siguió su camino como si nada.
Minutos después, personal médico del hospital local llegó para revisarlo. A pesar del golpe y del susto, lo encontraron consciente, orientado y sin lesiones de gravedad. Un alivio en medio de un siniestro que podría haber tenido otro desenlace.
Finalmente, solo se registraron daños materiales, aunque la imagen del vehículo destrozado sobre la ruta deja claro que el neuquino volvió a nacer. La Policía de Río Negro trabajó en la escena y ahora intentan obtener más datos sobre la camioneta blanca que desapareció de la zona tras el incidente.