La victoria quedó deslucida por el gran nivel de abstención que se registró en las primeras elecciones presidenciales celebradas bajo la ley del voto voluntario. La abstención rondó el 60%, diez puntos por encima de la ya de por sí alta abstención que se registró en la primera vuelta del 17 de noviembre.
Tal como determina la Constitución, Bachelet no asumirá el mando hasta el 11 de marzo, cuando preste juramento. A partir de entonces deberá afrontar el gran reto de la lucha contra la desigualdad. Durante los 20 años en que gobernó el centroizquierda y los cuatro de la derecha, todos los presidentes incumplieron la promesa de reformar el sistema educativo, la gran fábrica de las desigualdades. Pero en 2011 los estudiantes salieron a la calle y desde entonces la calle no ha cesado de expresar su indignación. Ahora, será la calle quien examine a Bachelet.