La causa se originó por los hechos ocurridos a fines del 2013 en el paraje El portezuelo, lugar que habita la comunidad Winkul Newen y donde estaban realizando un bloqueo a la empresa petrolera Apache. La oficial de justicia Mónica Pelayes, presionada por sus superiores y engañada por miembros de la empresa petrolera, se acercó al lugar con una notificación de desalojo y resultó herida por una piedra que le destrozó el rostro.
Luego de un proceso judicial que tuvo mucha repercusión en organizaciones sociales y de derechos humanos que acompañaron y resistieron en la ciudad neuquina, finalmente la causa encontró su fin, marcando un antecedente muy importante para las luchas de los pueblos originarios en relación a la defensa de su territorio.
La instancia que continúa es la demanda civil que inició la oficial de justicia al Poder Judicial de la provincia y a la empresa petrolera Apache.
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