EDITORIAL

Pasar el verano

Caminar, hablar, incluir han sido los primeros pasos de la gestión Gutiérrez y en la mayoría de estos días la tarea ha sido llevada a cabo de manera simultánea y en diversos frentes o espacios.
domingo, 20 de diciembre de 2015 · 12:32

Las primeras semanas del nuevo gobierno en la provincia, estarán muy sujetas a lo que suceda con el acomodo del nuevo escenario político nacional.

Las medidas económicas que está implementando el Gobierno Nacional presagian un verano caliente. Arcas exhaustas, descontento de quienes pierden con la devaluación, remarcación de precios y la oposición intentando ganar la calle de entrada. 

Los desaciertos y las correcciones del gobierno de Mauricio Macri han marcado los primeros días de gestión, y parece que los Decretos de Necesidad y Urgencia serán el sello que marcarán las primeras semanas de 2016.

El oficialismo naciente buscará revertir decisiones del gobierno saliente que carecen de legitimidad. Ya no tenía poder para tomar decisiones que incidían directamente en la nueva gestión. No fueron decisiones de gobierno, fueron una provocación.

Así como se ven las cosas, el macrismo se plantea en primer lugar tomar decisiones que aunque implican un desgaste político, serán revertibles en el mediano plazo. Es decir, prefieren pagar todos los costos en el momento donde mayor poder disponen y no dejar esas decisiones para cuando su poder mengue.

La confianza en las medidas es tal que esperan en un año estar en pleno romance con la sociedad. Es la visión optimista de un gobierno que recién asume.

Por el lado de la oposición se puede observar que la estrategia es mantenerse en la calle defendiendo lo que fue el conglomerado mediático que monto a partir de la sanción de la ley de medios y las voces más emblemáticas del "modelo” aprovechan los espacios que continúan en el aire para erosionar al gobierno de Macri. Estrategias de juego en la tensión que se vive mientras el poder se muda de bando.

En este escenario los gobernadores esperan mantener una buena relación con el gobierno central, ese parece ser la idea dominante entre los mandatarios provinciales. Dejar que el gobierno termine de asentarse para plantear sus demandas más importantes; por ahora priorizan lo más urgente: fondos para  afrontar las obligaciones. Quizás esta actitud especulativa responda al viejo paradigma o quizás no y sea una razonable prudencia la que impone este criterioso proceder. 

La era Gutiérrez 

Caminar, hablar, incluir, han sido los primeros pasos de la gestión Gutiérrez y en la mayoría de estos días la tarea ha sido llevada a cabo de manera simultánea y en diversos frentes o espacios.

La simultaneidad de hechos en los que debió resolver cuestiones importantes está vinculada a decisiones que no le son ajenas -resolver de donde sacar el dinero para pagar aguinaldo- o que serán de aquí en más parte de sus responsabilidades de gobierno –hablar con los principales actores del mundo del petróleo- y otras más domesticas como ir conformado el equipo de gobierno área por área y acompañar a los mandatarios municipales tal como había anticipado en su propuesta electoral. Ha cumplido con todos los rituales que derivan de su discurso y comienza a tomar forma su estilo de gobierno. 

La buena sintonía del gobernador Gutiérrez con la gestión de Mauricio Macri comienza a vislumbrarse y como prueba de ello es la cantidad de veces que el mandatario provincial ha estado con el nuevo Presidente.

Otro dato importante de la buena relación está en el vínculo que estableció con el nuevo ministro de Energía. La relación con Juan José Aranguren marcha muy bien y eso es bueno para la provincia en el marco de la complejidad que presenta el negocio petrolero.

El comportamiento de los principales mercados no es alentador para nada, además se estima que la baja del precio del petróleo se extienda en el tiempo. Ningún analista se anima a vaticinar que se vaya a revertir esta situación en corto plazo. Las expectativas neuquinas están puestas en el gas que pasara a convertirse en la nueva estrella del firmamento energético.

Cautela, discreción, ponderación parecen ser los principales adjetivos que acompañan  o guían los primeros pasos de la gestión Gutiérrez. Tanto en la relación hacia arriba como hacia abajo y en la conformación de su equipo de gobierno también.

El paso a paso parece ser la consigna de la nueva administración que busca dar pasos cortos pero seguros, el nuevo gobernador que tiene una aquilatada experiencia en la administración neuquina y la está aplicando. Sabedor que está sentado arriba de un paquidermo de 55 mil empleados públicos conoce la importancia de mantenerlo calmo, parece conocer el cómo.

Por ahora lo importante es irse a pasar las fiestas de Navidad con el aguinaldo pago y las aguas aquietadas en los principales conflictos. El frente gremial, los proveedores, el ISSN son algunas de las principales causas por las que estar en alerta. Cada uno de los ministros sabe cuáles son responsabilidades y cada área atenderá el conflicto particular pero todo se articula con el peacemaker del gobierno que será Mariano Gaido, al menos en lo gremial.

El estilo meticuloso y obsesivo de administrar es una de las definiciones más escuchadas a la hora de pedir descripción de cómo es Omar Gutiérrez. Su fama de caminador y recorredor viene desde la época de su gestión en el BPN. Sus largos años en la sombra de Jorge Sapag ya son parte de su mochila, ahora viene la instancia donde las luces se encienden para salir a escena, se corre el velo y varias décadas de historia le ceden un protagonismo singular, presidir el principal partido político de la provincia y gobernarla.

Sus primeros pasos fueron convocar a una reforma política y escuchar las demandas, de eso se trata gobernar. Saber escuchar y tomar buenas decisiones.

 

M.E.G.

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