EN EL CEMENTERIO LOCAL
Le cambiaron el féretro de lugar a su marido y nunca le avisaron
La tarde del viernes se tornó en una pesadilla para Ofelia. Como todos los días desde el deceso de su esposo, concurre al cementerio. Durante dos horas busco a su marido y nadie le había avisado del cambio de lugar.
Neuquén.- La tarde del viernes se tornó en una pesadilla para Ofelia. Como todos los días, desde el deceso de su esposo Omar ocurrido el 19 de junio, concurre al cementerio central de esta ciudad para llevar flores y visitar a su difunto marido.
"No encuentro a mi marido” exclamó Ofelia, rodeada de sus hijas, nietas y una angustiada estremecedora ante los cronistas de mejorInformado.com.
En ese momento comenzó el calvario de las mujeres de la familia quienes desesperadas recorrieron todo el cementerio, ramo de flores en mano, hasta poder dar con el cajón del difunto, hecho que ocurrió dos horas más tarde.
Ofelia y sus nietas en el cementerio
Buscaron en el panteón que le "habían prestado hasta que le pudiera ubicar un buen lugar”, pero allí no estaba, recorrieron los pasillos de la necrópolis y hasta se adentraron en el edificio crematorio, aunque a esa altura ya pensaban lo peor.
En un rincón del deteriorado cementerio regional, Olga encontró el cajón ubicado a lo alto de uno de los estantes.
"Anduvimos recorriendo todo el cementerio por unas dos horas y finalmente lo encontró mi hija cuando vio una fajita que le habían dejado los chicos del club Eucalipto Blanco al cual él pertenecía, y ahí se dio cuenta que era el papá. Subimos a ver y era ese", comentó.
Una vez que dio con el paradero del féretro perdido, Olga se sintió aliviada, aunque su enojo con las autoridades del cementerio era más que evidente.
"Vine a visitar a mi esposo que lo tenía en un panteón que nos facilitó el señor Sergio Sanfilippo –ex Secretario de Servicios Urbanos de la municipalidad - y resulta que a mí nunca nadie me avisó que lo cambiaban. Anduvimos como locas buscándolo por todo el cementerio. No había personal que nos diera una explicación”, exclamó en su enojo.
Y prosiguió: "Hace como dos horas que andamos buscándolo. Ahora lo encontramos en un lugar que yo no quería. No puedo tenerlo en un nicho arriba del todo. Entonces quería que por lo menos me avisaran que lo iban a trasladar, pero no lo hicieron, no me llamaron en ningún momento”.
"Yo lo que quiero es que por lo menos me hubieran avisado que los trasladaban. Nosotros venimos todos los días a verlo desde que falleció el 19 de junio y hoy no estaba", relató conmovida.
Ofelia dijo que se acercará a hablar a la oficina a reclamar y ver qué le dicen: "Voy a tratar de ver al señor Sanfilippo que me explique que me den una explicación”, remarcó.
Otro gran colapso
La historia de la familia Guzmán vuelve a poner en evidencia una triste realidad del cementerio neuquino. Otro colapso citadino que lleva varios años.
Mientras que en el Concejo Deliberante aguarda el tratamiento un proyecto de ordenanza para la construcción de un tercer cementerio en la meseta.
Esta propuesta fue presentada al Ejecutivo municipal por la Cooperativa CALF en 2012 y se financiará con lo que abona la prestadora del servicio eléctrico en concepto de derechos de producción.
