PRESENTARON UN RECURSO DE AMPARO

Piden que barrios privados hagan defensas en el Limay

La Defensoría del Pueblo presentó un amparo contra Fidus S.A. y la Municipalidad.
viernes, 27 de mayo de 2016 · 16:47

 

La Defensoría del Pueblo presentó una acción de amparo ambiental contra Fidus S.A. y la Municipalidad de Neuquén, por la falta de cumplimiento de obras de infraestructura acordadas para garantizar la seguridad de los habitantes de los barrios Lagunas del Limay, Don Liliano, La Peregrina y La Zagala ante eventuales crecidas del río Limay.

Además, solicitó que ordene el restablecimiento de la actividad hidráulica de los brazos "Todero” e "Isla Verde”, dado que han perdido su función de evacuar las aguas de crecidas, generando a la vez estancamientos y lagunas con alto grado de contaminación.

En la presentación que ingresó en el juzgado Civil Nº 6, la defensoría solicitó que se libre de oficio a la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas; la subsecretaría de Recursos Hídricos; el Epas; y el Caesyp a los efectos de que se expidan en temas de su competencia ante la situación denunciada.

Mediante la acción judicial, el Defensor del Pueblo, Ricardo Riva, solicitó que se ordene a Fidus S.A. y a la Municipalidad de Neuquén a realizar las obras tendientes a erradicar el riesgo ambiental que presenta el sector ribereño mencionado, ante la eventual crecida del río y el peligro de inundaciones.

En ese sentido pide restablecer el funcionamiento hidráulico de los brazos Todero e Isla Verde del río Limay, cuyas obstrucciones y modificaciones originaron además la proliferación de lagunas. Riva requirió que se intime a las demandadas a la remediación definitiva de la contaminación de la laguna existente a la altura de los barrios La Peregrina y Don Liliano.

Por último, los demandantes pidieron al juzgado que solicite una auditoría ambiental para conocer el impacto de los desarrollos urbanísticos Lagunas del Limay, Don Liliano, La Peregrina y la Zagala.

El origen del problema se remonta a la falta de cumplimiento del convenio urbanístico suscripto entre la Municipalidad de Neuquén y la empresa Fidus S.A (14 de marzo del 2007, aprobado por decreto Nº 193/07), mediante el cual se acordó un plan de obra hidráulica para garantizar la escorrentía del río.

Dicho convenio, comprendía tanto el surgimiento de emprendimientos urbanísticos y la remodelación del balneario Sandra Canale (ex Gatica).

En el citado documento, la empresa se comprometió a desarrollar obras tendientes a garantizar seguridad de las personas que habitarían los barrios, ante eventuales crecidas del río y los efectos que produciría el avance urbanístico sobre zonas ribereñas.

Agrega el recurso, con el patrocinio letrado de los abogados Marta Lemus y Silvio Baggio, que pese al tiempo transcurrido, las obras no se encuentran finalizadas –algunas ni siquiera iniciadas- hecho complica la escorrentía de las aguas en el brazo Todero, inunda zonas antes no comprometidas y genera estancamientos y lagunas con alto grado de contaminación. La situación – afirma - es más alarmante si se considera que, a diferencia de 2007, hay un gran número de familias residiendo en el sector y expuestas a serios riesgos para la salud y la integridad física.

Sobre el riesgo de inundación, y en base a informes de la AIC, el amparo señala que en mayo, al inicio de la temporada de lluvias, se establece un volumen de embalse para absorber las crecidas. Añade que la atenuación de crecidas puede requerir erogaciones superiores a los 1.290 m3/segundo, caudal que sólo marca una delimitación dominial, pero no es la línea de evacuación de crecidas.

Ante una sucesión de crecidas (o superiores a las previstas), la limitación inadecuada de erogaciones podría llevar a la necesidad de descargas aún superiores a las que inicialmente se intentó evitar.

Acota que el 30 de julio pasado con 1290 m3/seg el nivel del agua llegó a 80 centímetros del coronamiento del terraplén de calle Anaya y las lagunas cercanas tenían el mismo nivel que el río. Y una crecida como la del 2011 con 1735 m3/seg –agrega Riva- elevaría el nivel del agua 60 centímetros con riesgo de superar el terraplén e inundar sectores urbanizados y provocar la saturación de los sistemas de drenajes y cloacales.

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