La realidad que se ríe a carcajadas

El martes se va apagando y consigo dejó noticias, realidades y verdades, que hasta un ciego lo podría ver... Robos, destrozos, visitas, petróleo, polémica, pro vida, pro aborto... un popurri de temas se pueden destacar en la jornada de hoy. 

Sin embargo me quedo con lo que viví pasadas las 11 de la mañana. Rumbo al barrio Villa Ceferino, ya anoticiados de las "tareas" que estaban llevando a cabo en una vivienda en la cuál los vecinos habían denunciado que un hombre acumulaba "bastante basura"... 

Llegamos a la vivienda de Clemira, quién a penas me vio me ofreció un mate, con su pelo blanco marcado de historia y vivencias en su Chos Malal natal, me dice: "No estoy enojada con los vecinos, agradezco que ahora mi casa va a estar más linda"... Su hijo, Alfredo, de 55 años, con una deficiencia mental, acumuló durante 30 años, todo tipo de residuos en el patio y en el interior de su vivienda. El hombre vive con sus hermanos y sus padres...él, de 80 años y postrado en una cama. 

"Alfredo es un acumulador compulsivo", explicaron los funcionarios municipales. Los vecinos indignados, enojados y preocupados por los abuelitps. Sin dudas la contaminación ambiental que denota esto es preocupante sin embargo no me puedo sacar de la retina a Clemira diciéndome; "mi hijo no es malo, necesita ayuda"...

Y si, Alfredo necesita atención psiquiátrica urgente, pero ella y su marido, necesitan asistencia pero de tipo social, contención, del gobierno, de nosotros, de los vecinos... "Usamos salamandra porque el gas es peligroso", fue lo último que me dijo antes de irme esta abuelita de 78 años...

Ratas, viudas negras y un olor nauseabundo al calor de la salamandra... Una realidad que se ríe a carcajadas