¿MILAGRO O MALA PRAXIS?

Les dijeron que estaba muerto, pero sigue vivo, en Regina

Tres horas después, su hijo quiso darle un beso de despedida y se dio cuenta que aún tenía signos vitales.
martes, 27 de octubre de 2020 · 16:49

Con una inmensa angustia, el joven de 19 años levantó la sábana morturaria con la que lo habían tapado, y al besarlo para darle el último adiós, se dio cuenta que su papá estaba vivo. Si bien, el paciente continúa internado en estado reservado, la familia celebra que aún continúe la pelea, pero enfoca todas las críticas al hospital por haberlo dejado tres horas sin oxigeno y cubierto con una sábana sin comprobar efectivamente que había muerto.

El hecho se dio en el Hospital de Villa Regina, donde Adolfo Parra ingresó por una infección en una uña del pie que provocó una gangrena irrecuperable y los médicos debieron amputarle la pierna a la altura de la rodilla. El estado de salud del paciente de 65 años no era bueno, por lo que permanecía internado en una habitación común con asistencia de oxígeno. Si embargo el lunes a la madrugada el personal médico que estaba de guardia determinó que había muerto y minutos después se lo comunicaron a su hijo que permaneció durante toda la internación cuidándolo. 

Gracias a Dios que mi sobrino subió, sino mi hermano se ahogaba con la sábana. Estuvo entre 3 y 4 horas desconectado de todo y sin oxígeno, a punto de ser llevarlo a la empresa funeraria

A los pocos minutos el resto de la familia se hizo presente en el hospital para recoger sus cosas y terminar con los trámites de rigor para que les entreguen el cuerpo. En medio de ese doloroso proceso, el hijo de Adolfo subió a buscar las últimas cosas. Al ingresar a la habitación, vio que aún el cuerpo de su padre permanecía en la misma cama, pero cubierto. El joven no pudo resistir y levantó la sábana para darle el último adiós a su papá, pero descubrió que aún tenía un leve latido.

Inmediatamente gritó para pedir asistencia a las enfermeras, que se acercaron a la habitación y volvieron a colocarle rápidamente la mascarilla de oxígeno, hasta que llegó el médico de guardia, quien comprobó que estaba vivo.

Gracias a Dios que mi sobrino subió, sino mi hermano se ahogaba con la sábana. Estuvo entre 3 y 4 horas desconectado de todo y sin oxígeno, a punto de ser llevarlo a la empresa funeraria", relató Teresa Parra, hermana de Adolfo, quien luego explicó que "al darle el beso del adiós sintió que tenía signos vitales tras correr la sábana mortuoria con la que permanecía tapado".

La familia no logra salir de su asombro. Si bien "los milagros existen y lo que pasó es una prueba de ello" -reconoció Teresa-, apuntan a los médicos que debían comprobar si efectivamente estaba muerto: "Acá faltó profesionalismo y humanidad, hubo abandono de persona. Lo único que queremos es que mi hermano se recupere y luego vamos a exigir una explicación”, adelantó.

El cuadro de salud de Adolfo no era el mejor. Hace una semana ingresó por la infección en una uña, tiene distintas patologías de base que complican su recuperación. Es un paciente cardíaco, incluso tiene una marcapaso, y padece diabetes.

 

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