Es común escuchar o leer que tal persona fue atacada por tal o cual animal, generalmente perros o bestezuelas ponzoñosas. De lo que, hasta ahora, no se conocían registros era de una lesión provocada por pollos muertos, como la que padeció un hombre en Cipolletti.
Tales fueron las lesiones, que el caso llegó a la Justicia y la Cámara Laboral de esa ciudad le ordenó a la ART Productores de Frutas Argentinas Cooperativa de Seguros Limitada indemnizarlo con el pago de 177.531,70 pesos e intereses.
Fuentes judiciales contaron que este trabajador, de 41 años, se dedicaba a la cría de animales de corral en un establecimiento agrario de la zona, y que desplegaba un gran esfuerzo físico para cumplir con sus obligaciones.
Tanto es así que literalmente cargaba pollos muertos entre sus brazos. “Juntaba alrededor de 10 pollos que pesaban unos 3 kilos cada uno y recorría unos 130 metros, hasta el portón donde los arrojaba”, dijeron esas fuentes para agregar que lo hacía en forma repetida durante cada jornada y que estuvo en esas condiciones durante seis años.
El resultado fue una lumbalgia postraumática con severas alteraciones clínicas, a la que los peritos médicos consideraron incapacitante. Como diría una abuela, ¡Terminó con la cintura a la miseria!