En tiempos del coronavirus, la solidaridad escribe un nuevo capítulo en la localidad neuquina de San Martín de los Andes, donde una pareja de jóvenes emprendedores cose sábanas, batas, paños quirúrgicos y camilleras para el Hospital Ramón Carrillo.
Ayudan sin esperar nada a cambio. Y su compromiso con la sociedad contrasta muy fuertemente con la actitud de aquellos que remarcan los precios en medio de la angustia generalizada.
Habitualmente, Alan Pastoriza y su pareja Gisel confeccionan remeras, buzos y terminaciones de skates en un pequeño taller de costura que montaron en su casa del barrio Covisal, y que ahora pusieron al servicio de la sociedad.
“Estábamos en casa con nuestros dos hijos, pensando de qué manera podíamos aportar en esta situación, y se nos ocurrió que el mejor lugar para hacerlo era el hospital, así que me comuniqué con la concejal Eliana Rivera, a quien conocemos desde que era subsecretaria de Producción y fue quien canalizó nuestra necesidad de hacer algo con quien necesitaba esa ayuda”, contó Alan citado por el área de Prensa del municipio local.
“Nos levantamos muy temprano y nos vamos a dormir muy tarde, con dos niños en casa”, dijo y agregó que hoy la comunidad necesita de “gestos, y a nosotros sólo nos basta ayudar”. Los pequeños, de 6 y 9 años, uno de ellos con discapacidad son, tal como expresa Alan, “el motor que nos impulsa a ser solidarios y a hacer por el otro”, refirieron desde Prensa.
En medio de la cuarentena, esta pareja ya ha confeccionado 60 sábanas, 30 camilleras, 25 batas, 50 paños quirúrgicos, y continúan sumando trabajo a diario de manera gratuita, poniendo mayor énfasis en las batas, que son descartables.
FUENTE: COLABORADOR PERMANENTE