La Municipalidad de Cipolletti, junto a la Policía de Río Negro, realizó un operativo de alto impacto sobre la Ruta Nacional 151: un camión intentaba ingresar 15 bultos cargados de pirotecnia prohibida a la ciudad. El material fue secuestrado en el acto, se labraron las actas correspondientes y el intendente Rodrigo Buteler confirmó que los controles se intensificarán bajo la ordenanza de “Pirotecnia Cero”.
Una denuncia anónima a la línea municipal 147 encendió las alarmas y permitió que personal municipal llegara rápidamente al lugar junto a efectivos policiales. Al inspeccionar el transporte, lo que parecía un simple tour de compras se transformó en un hallazgo inquietante: 15 bultos con destino Cipolletti, todos cargados con artefactos sonoros y lumínicos prohibidos.
La intervención fue inmediata. El material quedó secuestrado y se labraron las actas contravencionales en cumplimiento de la ordenanza local que prohíbe por completo el ingreso, comercialización y uso de pirotecnia en la ciudad.
“No vamos a permitir el ingreso, la venta ni la circulación de pirotecnia. Cuidamos a nuestros vecinos, protegemos a las mascotas y evitamos riesgos”, lanzó el intendente Buteler en su cuenta de X. La frase, contundente, marca la línea de acción: controles reforzados, decomisos inmediatos y sanciones ejemplares.
Desde el Municipio remarcan que la participación ciudadana es clave. El llamado de un vecino fue el disparador de un operativo que evitó que miles de artefactos ilegales llegaran a los barrios cipoleños en plena temporada de fiestas.
💰 Multas millonarias y clausuras
El Juzgado de Faltas no se queda atrás. Recordó que las sanciones vigentes oscilan entre 80 y 3.500 SAM, con un valor unitario de $995. Traducido: quienes comercialicen o almacenen pirotecnia pueden enfrentar multas de hasta $3.482.500, además de la clausura del establecimiento.
La advertencia no es simbólica. Es un golpe directo al bolsillo y una señal clara de que el Municipio busca cortar de raíz la venta clandestina. El endurecimiento de los controles no solo responde a la normativa. Las estadísticas médicas confirman cada año el riesgo real de quemaduras, accidentes y crisis respiratorias por el uso de pirotecnia. A esto se suma el contexto climático de la región: calor, viento y sequedad durante Navidad y Año Nuevo, una combinación explosiva que aumenta la probabilidad de incendios involuntarios.
El secretario de Fiscalización, Diego Zuñiga, detalló que los operativos no se limitarán a comercios. Se suman controles a vehículos de carga, inspecciones a depósitos y seguimientos en redes sociales, donde la venta clandestina creció en los últimos años.
La participación policial será clave para intervenir en domicilios privados, uno de los focos más difíciles de controlar. La advertencia es clara: el Municipio va por todo, desde la ruta hasta las redes.