Poco después de las seis y media de la tarde, la tormenta que desde muy temprano sobrevoló sobre Neuquén capital descargó todo su potencial.
Uno de los sectores afectados por el fenómeno fue el estadio Ruca Che, ubicado en Moritán y Antártida Argentina, donde grandes "goteras" sorprendieron al personal del vacunatorio y a quienes esperaban ser inoculados.
Tras resguardar las computadoras y el material médico, los voluntarios colocaron grandes baldes para evitar la inundación del piso.