SEQUÍA O SAQUEO

¿Quién se está robando el agua?

Además de la sequía por falta de lluvia o nieve, la provisión está en peligro en la Patagonia. La Justicia investiga canales y diques clandestinos.
sábado, 26 de marzo de 2022 · 11:15

La Fiscalía de Delitos Ambientales de Neuquén investiga una denuncia penal por la construcción de canales de desvío del arroyo Covunco. Las provincias del Neuquén y Chubut instruyeron a sus funcionarios del área a investigar “a fondo” la modalidad de realizar tomas de los acuíferos sin la autorización estatal. Toda la región patagónica está en Emergencia Hídrica, en virtud de la escasa precipitación de nieve y lluvia, las altas temperaturas del verano y los cambios registrados en torno al calentamiento global.

Pero, ¿quién se roba el agua de la Patagonia?. ¿Por qué han desaparecido lagos y lagunas, se han enflaquecido ríos y arroyos?. ¿Cómo es que ciudades como Comodoro Rivadavia están a punto de quedar sin agua potable?. Las razones aparecen en forma de abanico que confluyen en muchos factores y en todos ellos está la mano del ser humano.

Porque la industrialización, la explotación minera y de hidrocarburos, la generación de energía, utiliza el agua. No obstante, cuando se observan los caudales que cada una de estas actividades requiere, no se acerca a lo que demanda el servicio domiciliario en ciudades o conglomerados que superan los cien mil habitantes.

En efecto, el caso más evidente en nuestra Patagonia es la crítica situación que viven hoy las comunidades de Sarmiento, Rada Tilly y Comodoro Rivadavia (en Chubut) y Caleta Olivia, en Santa Cruz. El gerente de Recursos Hídricos de la Cooperativa Popular comodorense, Adolfo Carrizo, fue contundente: se dejó de utilizar uno de los acueductos que provee el servicio desde el alicaído lago Musters y el que se puede usar en esas horas va a requerir de un bombeo especial. Es que el caudal del espejo de agua está en su mínimo, a tal punto que el abastecimiento para esas localidades requiere de cortes de hasta 24 horas, para recuperar el caudal a distribuir, según indicó el funcionario por AM 550 y 24/7 Noticias de Neuquén.

Es más, peligra el normal dictado de clases en los tres niveles provinciales y en la Universidad, además de otras actividades que incluye la presencia de muchas personas, su aseo, alimentación o baños habilitados.

De las cuatro ciudades mencionadas, es Caleta Olivia la que se encuentra más aliviada por cuanto también se provee de agua subterránea y de una planta que potabiliza el agua de mar.

¿HAY ROBO DE AGUA?

La denuncia penal que realizó el vecino de Zapala Carlos Seoane (junto a otros habitantes del centro neuquino) sobre la construcción de canales que desvían el agua del Covunco y hacen peligrar el abastecimiento de localidades como Covunco Abajo, Los Catutos y Mariano Moreno, no es una situación única en la región.

La bajante del río Chubut a la altura de Los Altares y el dique Ameghino dejó en superficie la construcción –presuntamente ilegal- de diques caseros que orientaban el agua hacia propiedades aledañas a las costas. A esto, según indicó también a AM 550 y 24/7 Noticias el guardafauna Jorge González, se le agrega también el abastecimiento no autorizado de agua para consumo y riego en una decena de barrios privados aledaños al río a la altura de las localidades de Trelew y Rawson. El Instituto Provincial del Agua del Chubut sancionó con 800 mil pesos y ordenó demoler el dique casero que construyó un productor y dejó sin agua a la localidad de Las Plumas. Ni el embalse clandestino ni el proyecto de forestación que avanzaba en una de las laderas del río estaban autorizadas por el organismo chubutense.

Así, en una recorrida por la traza de ríos y arroyos en cada una de las provincias patagónicas se puede observar la costumbre de echar mano al agua que corre por parte de productores, emprendimientos inmobiliarios o turísticos, como si no se necesitara de una autorización del Estado o como si el agua no tuviera un dueño y se lo puede usar sin tapujos.

Las grandes obras de embalse que se prevén aguas arriba del nacimiento de afluentes o ríos también ha llegado a los estrados judiciales, como el vapuleado proyecto de la obra de Portezuelo del Viento, en la provincia de Mendoza que mantiene enfrentadas a esa provincia básicamente con La Pampa, pero acompañada también por Neuquén y Río Negro.

En épocas de aguas flacas, brotan las irregularidades.

Y en tiempos donde ya se observan claramente las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global, la causalidad apunta a los modos de producción de alimentos e insumos energéticos que tienen como víctima a la capa de ozono y al ambiente en general.

Así, la paulatina merma en los regímenes de lluvias y nevadas en la Patagonia desemboca en la caída de los caudales que abastecen a nuestras poblaciones, industrias, producciones y bellezas turísticas. Lagunas como la Urre Lauquen, totalmente desaparecida en La Pampa, la del Tromen en Neuquén o  la Aleusco en Chubut, dejan además de su paisaje de barro seco resquebrajado lo que hace la naturaleza dañada.

DESPILFARRO EN LAS CIUDADES

Quienes se encuentran a cargo de organismos de distribución de agua domiciliaria en cada ciudad del país confluyen en una misma opinión: el permanente despilfarro de agua potable que se realiza en cada domicilio. La no atención de las pérdidas constantes en las redes de las viviendas, la falta de mantenimiento en el trazado del servicio en las ciudades (en la Patagonia muchas en explosión demográfica permanente) y la utilización del suministro potabilizado para el lavado de aceras, vehículos, llenado de piscinas, entre otros, son la sumatoria de la falta de conciencia del valor y el cuidado del vital elemento.

En todos los casos, especialmente en la Patagonia y en ciudades costeras, la batalla por la toma de conciencia de la población parece perdida. Tanto Carrizo (de la cooperativa comodorense) como otros responsables de organismos provinciales de distribución, coinciden en la necesidad de trazar redes paralelas a las que proveen del agua potable de otras que provengan de los acuíferos y sean utilizadas para esas actividades de esparcimiento o aseo.

Esa sería una forma de bajar los costos que requiere potabilizar el agua, pero no de bajar lo que se extrae de lagos, arroyos o ríos. No obstante, sería un paso adelante, se consideró.

Las campañas implementadas para generar conciencia también apuntan a los cambios de hábitos en la cotidianeidad del uso de agua, especialmente en el aseo, la higiene, lavado de ropa y hasta en los espacios verdes de patios o ingresos a las viviendas.

El ciclo del agua es invariable, continuo e histórico. No obstante los apuntes recorridos en esta nota atentan cada vez más a su debilitamiento.

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