UNA REVELACIÓN CHOCANTE
Piqueteros neuquinos, mientras reclaman, hacen plazos fijos
Se habla de por lo menos dos operaciones que estarían comprobadas, realizadas hace poco más de un mes.A poco de terminar el año pasado, una de las "organizaciones sociales" que más reclamaba por aumentar los aportes del Estado para poder atender los comedores a donde concurren personas carecientes, constituyó un plazo fijo, y, el mismo día, recibió la acreditación de otro, en una cuenta abierta en un banco local. La documentación que acredita tales movimientos se movía como una culebra como parte de la sustentación de argumentos en un momento muy caliente de la política neuquina, con un acampe piquetero frente a la Casa de Gobierno, que, de no mediar algún cambio de decisión, seguiría hoy, según se estimaba durante la tarde de este jueves.
El comentario se escuchó entre discusiones acaloradas en la Legislatura neuquina. Se afirmó que los piqueteros, en la misma cuenta bancaria que recibían los aportes del Estado neuquino, constituyeron un plazo fijo de 12 millones de pesos; y, el mismo día, se les acreditó en esa cuenta otro plazo fijo por más de 15 millones de pesos. Esto, se dijo, habría ocurrido el 27 de diciembre del año pasado, el mismo día en el que se acreditó un aporte del Estado por más de 143 millones de pesos.
No es sorprendente que circulen estas versiones en medio de una puja que divide aguas como una nueva grieta líquida entre sectores de la política que replican las diferencias nacionales en la provincia, con las singularidades del caso. Hace solo horas, había tomado estado público la compra de una camioneta Frontier, presuntamente también realizada por referentes piqueteros neuquinos.
Lo llamativo es que estas movidas financieras, hechas a la luz del día, en instituciones acreditadas, y, por lo tanto, legales en sí mismas, revelan al mismo tiempo una profunda irregularidad, que es la perteneciente al sistema de ayuda social pergeñado en las anteriores gestiones gubernamentales, tanto nacional como provincial, un sistema que derivó casi por entero el manejo del dinero público a organizaciones políticas que lo usaron a su medida y conveniencia.
La incongruencia de organizaciones que marchan por las calles enarbolando consignas de reclamos por más dinero para los pobres, mientras hacen depósitos a plazo fijo con ese mismo dinero, es tan grosera como impúdica, y no hace otra cosa más que incrementar la vergüenza ante la injusticia social que evidencia.