En una mañana gélida en Bariloche, Juan Pablo Muena, candidato a diputado nacional por Juntos Defendemos Río Negro, emitió su voto y dio inicio a una jornada cargada de emociones, rituales familiares y el cierre de una campaña que lo llevó por toda la provincia. “Estoy viviendo esta jornada con mucha felicidad, pero también con ansiedad, y disfrutándola con mi familia”, expresó tras salir del cuarto oscuro.
El frío no impidió que Muena cumpliera con su deber cívico acompañado por sus hijos, en una escena que repite cada elección como parte de una cábala personal: “Siempre tengo un muñequito que me da mi hijo, acudo a votar con mi hija, traigo el mismo celular destruido y algo verde en la ropa”, confesó entre risas, dejando ver el costado íntimo de una jornada que, según él, “pega en la fibra sentimental”.
Luego de votar, el candidato inició un recorrido por distintas escuelas de la ciudad, saludando fiscales, autoridades y vecinos. El plan es cerrar el día en la casita de pasaje Gutiérrez y Curuzú Cuatiá, donde esperará los resultados junto a dirigentes y referentes que lo acompañaron durante toda la campaña. “Ahí nos encontraremos con todos los que estuvieron empujando para lograr el objetivo de este domingo”, anticipó.
La campaña, que lo llevó por diversos rincones de Río Negro, deja en Muena una sensación de plenitud: “Ha sido muy gratificante, en especial cuando sé que he dejado todo en cada reunión, encuentro y compromiso que adquirí. La hemos llevado adelante con mucha responsabilidad y esa es la tranquilidad que tengo llegado este día”.
Sobre la participación ciudadana, el candidato destacó el compromiso de los votantes: “La gente está cumpliendo con su deber cívico y es un momento muy importante”. En el tramo final, Muena reconoció que esta elección lo atraviesa de manera especial: “Es algo muy raro, y eso que he participado de muchas campañas, pero ésta en particular me toca muy de cerca. Es una mezcla de emociones, angustia, ansiedad y una carga de adrenalina encima”.