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Viernes 14 de Noviembre, Neuquén, Argentina
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Araceli se recibió de maestra, lo festejó de una manera particular y su historia emocionó a toda la región

Pedaleaba fuerte, casi volando sobre el puente, liderando una caravana improvisada que celebraba su último día como estudiante. Detrás, un niño hacía sonar una corneta que marcaba el ritmo festivo.

Viernes, 14 de noviembre de 2025 a las 14:38
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Araceli cruzó el puente carretero en bicicleta para celebrar que se recibió de maestra: su familia la acompañó en caravana y el video del festejo se volvió viral.

El viento le tiraba hacia atrás la toca celeste, como una bandera que flamea cuando se alcanza una meta largamente buscada. Araceli pedaleaba fuerte, casi volando sobre el puente carretero, liderando una caravana improvisada de bicicletas que celebraba su último día como estudiante. Detrás, un niño hacía sonar una corneta que marcaba el ritmo festivo, y a su alrededor, familiares y amigos la acompañaban como si escoltaran a una campeona.

Era su modo de agradecerle a la compañera más fiel que tuvo en estos años: su bicicleta. Con ella atravesó mañanas heladas, tardes agotadoras y trayectos eternos rumbo al IFD Nº 6, donde finalmente se recibió de maestra de Nivel Inicial. “Todo esfuerzo tiene su recompensa”, escribió su hermana Johanna al compartir el video en redes. Y el mensaje se volvió una celebración colectiva.

El posteo decía en mayúsculas lo que el corazón no le entraba en el pecho: “ARACELI SE RECIBIÓ Y PARTE DE SU FESTEJO FUE CRUZAR EN BICICLETA EL PUENTE CARRETERO, YA QUE SU MOVILIDAD PARA ESTUDIAR FUE SU FIEL BICI”. Johanna quería que todos supieran de qué estaba hecho ese logro: constancia, sacrificio y una rueda que giró durante años para sostener un sueño.

La escena, que dura apenas segundos, explotó entre los lectores. “No te conozco, pero qué emoción”, escribió una usuaria. “Qué alegría Araceli, te felicito”, sumó otra. “La vimos por la Esmeralda, ¡se recorrió todo!”, contó alguien más, confirmando que el festejo atravesó barrios y pantallas. Los mensajes seguían: “Super valioso y significativo ese momento”, “Cuánta emoción”, “Qué genia”, “Felicitaciones, Ara”.

Es que en tiempos donde los logros suelen medirse en grandes anuncios, la historia de Araceli recordó lo esencial: un objetivo claro, una voluntad enorme y una bicicleta que nunca la dejó a pie. Su llegada no fue solo académica: también fue un acto de amor propio y un guiño a todo lo que la trajo hasta acá. Y en esa corrida final por el puente, con el viento en contra y el futuro por delante, Araceli demostró que a veces el triunfo suena como una corneta anunciando que el sueño, por fin, se cumplió.

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