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Facturas truchas, carteles de papel y funcionarios en la mira: otra escandalo en LLA de Río Negro

La Libertad Avanza Río Negro enfrenta una crisis explosiva por facturas millonarias sin respaldo y funcionarios que facturan a su propio partido. Detrás de la maniobra aparece Julián Goinhex, el operador del riñón de Lorena Villaverde.

Miércoles, 05 de noviembre de 2025 a las 00:05
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En el círculo de la izquierda, Roberto Zgaib, en el de abajo a la derecha, Julián Goinhex y en el de arriba atrás, el periodista Abelardo Calfín, nombrado por Lorena Villaverde en Anses Regina

La Libertad Avanza en Río Negro se desangra. Lo que empezó como una discusión técnica sobre gastos de campaña terminó en una guerra interna con acusaciones cruzadas, facturas millonarias, y personajes que parecen salidos de un thriller político. El protagonista inesperado: Abelardo Calfín, periodista devenido funcionario de ANSES en Villa Regina, nombrado por la flamante senadora electa Lorena Villaverde. ¿El detonante? Una factura de 73 millones de pesos por carteles de lona que, según el auditor financiero, eran de papel. Como aclaración vale, que el comunicador es quien difundía los comunicados de prensa de la empresaria durante la campaña.

Pero eso no es todo. Detrás de la maniobra aparece la sombra de Julián Goinhex, el oscuro operador detrás de las firmas truchas en el proceso de reconocimiento del partido, que supo ser recaudador de Carlos Soria, y más tarde asesor de Silvina García Larraburu en el Congreso. Hoy, reaparece como estratega de campaña y presunto impulsor de pagos sin respaldo. El mismo que, según Roberto Zgaib -responsable financiero de LLA-, le pidió que pagara “con urgencia” una factura que luego quiso anular. ¿Desprolijidad o intento de desvío? El documento titulado "La verdad de los hechos", no deja lugar a dudas.

Del papel pintado al papelón político

Zgaib no se anduvo con rodeos. Verificó personalmente los carteles en Cipolletti y descubrió que eran de papel, cuando las facturas hablaban de lonas. El proveedor, según la factura, es Calfín, quien no solo estaba afiliado a LLA, sino que además ocupaba un cargo público. ¿Incompatibilidad? ¿Autofacturación? ¿Un favor entre amigos? Las respuestas no llegaron. Lo que sí llegó fue una hoja escrita por el propio periodista, sin firma oficial, como respaldo de los trabajos.

La bomba estalló cuando Zgaib detectó otras 20 facturas no autorizadas en el sistema ARCA. Algunas fueron anuladas, otras siguen flotando en el limbo contable. Y mientras tanto, los partidos que integran la alianza, Creo Río Negro (Aníbal Tortoriello) y Republicanos Unidos (Nicolás Suárez Colman), respaldan a Zgaib en su posición de no pagar las facturas.

La respuesta oficial: "Todo es una fábula"

Desde el entorno de Villaverde salieron a desmentir con tono institucional, pero sin despejar las dudas. Acusaron a Zgaib de tener “apetencias personales rumbo al 2027” y calificaron su denuncia como “una fábula”. Sin embargo, admitieron que hay facturas sin cancelar, que el sistema está en auditoría, y que las observaciones fueron tenidas en cuenta. ¿Entonces por qué el escándalo?

Zgaib respondió con furia en redes sociales: "No están capacitados ni para administrar un kiosco". Y agregó: "Un proyecto político serio no se arma sacándose selfies con la estatua de Milei, sino militando ideas y valores". La frase ctiene un destinatario claro: Villaverde y su recordada foto con un busto de Milei en la apertura de sesiones del Congreso.

Zgaib no solo se negó a pagar los gastos presentados por Goinhex, también hay facturas de Tortoriello, aunque en ese caso se completó la documentación. La diferencia, según él, es que "el proveedor hace lo que factura", a diferencia de Calfín, que "quería cobrar por algo que no hacía".

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