La Academia Nacional de Ingeniería, entidad que nuclea a profesionales de todo el país y de distintas ramas de esa actividad, le envió al ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, un documento técnico en el que se advierte sobre el riesgo de colapso de la presa Portezuelo Grande, sobre el río Neuquén, y la eventual inundación de los valles de Neuquén y Río Negro, en forma general, y de manera directa, a la región de Vaca Muerta.
De esta manera, la mencionada institución viene a plantear a nivel nacional un reclamo de la provincia del Neuquén, vinculado con las obras necesarias para mitigar ese tipo de riesgos sobre el río Neuquén –tal como lo ordenó la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 2009– y la concreción del proyecto del complejo de aprovechamiento multipropósito Chihuido I, planificado aguas arriba sobre el río Neuquén.
En el planteo de la Academia Nacional de Ingeniería (ANI) se explican todas las situaciones que pueden ocasionar las crecidas máximas del caudal del río –como ocurrió en 2006 y que puso en riesgo de desborde y rotura del dique Portezuelo Grande– y la afectación directa sobre áreas productivas y comunidades aguas abajo.
“La ejecución del proyecto Chihuido I es de alta prioridad al presentarse como salvaguardia física de bienes, personas y activos vitales. Considerando la definición del gobierno nacional de que debe ser la inversión privada y no el presupuesto público la forma de concretar las grandes obras de infraestructura, proponemos y solicitamos que se inicie a la brevedad el proceso de licitación de la obra”, indica la misiva, que también plantea la aplicación del Régimen de Incentivos a la Inversión (RIGI).
“Por su cercanía, Vaca Muerta figura entre las áreas que podrían sufrir los graves embates del agua en caso de que colapse el Sistema Cerros Colorados. Este yacimiento, en el que ya se invirtieron 200.000 millones de dólares, tiene la capacidad de generar 500.000 nuevos empleos, 30.000 millones de dólares de superávit en la balanza energética del país para el año 2030, y una producción estimada de 1 millón de barriles de petróleo y más de 250 millones de metros cúbicos de gas por día. No obstante su importancia, al no asegurarse la estabilidad de la presa y de los embalses existentes, queda expuesto a un riesgo presente y futuro inaceptable”, se advirtió.
El planteo también señala que el financiamiento y el aporte de capital privado a este proyecto debieran contar con el impulso del ahorro en seguros que implicaría la supresión del riesgo latente de colapso del complejo hidráulico existente.
Se reiteró que en 2009, un fallo judicial de la Corte Suprema de Justicia ya había intimado al Estado Nacional a realizar las obras necesarias para garantizar la seguridad de Portezuelo Grande y ampliar su capacidad para que resista una crecida máxima probable en esa instancia (pico instantáneo de 14.520 m³ por segundo). En tanto, en 2018, la Cámara de Diputados de la Nación declaró de interés nacional la realización integral de varios aprovechamientos multipropósito: La Invernada, Cerros Rayoso, Chihuido II y prioritariamente Chihuido I, todos ubicados sobre el río Neuquén de la provincia homónima.
Entre los argumentos, se citaron los estudios y auditorías realizados por reconocidos profesionales, quienes coincidieron en la necesidad de hacer obras aguas arriba de Portezuelo Grande y, en concreto, del proyecto Chihuido I.