La última gala de eliminación de MasterChef Celebrity dejó un clima inesperadamente quebrado. Eugenia Tobal, una de las figuras más queridas del certamen, terminó abandonando la competencia en medio de lágrimas, miradas cómplices entre compañeros y un cierre particular con Germán Martitegui, con quien se había hablado de un vínculo tenso que nunca se mostró por completo en cámara.
Desde el arranque se notó un estudio cargado de silencios y respiraciones contenidas. No era una noche más: su nombre circulaba desde temprano como posible salida, alimentando rumores de renuncia por diferencias con Martitegui. Sin embargo, la producción la sostuvo en carrera hasta que la devolución final ubicó su plato entre los más flojos, sentenciando el desenlace que parecía inevitable.
Cuando escuchó su nombre, Eugenia Tobal no logró sostener la compostura. Primero respiró hondo, después dejó caer lo que estaba conteniendo desde hacía días. “Son lágrimas de alegría y de tristeza también”, dijo frente al jurado, abriendo una puerta emocional que sorprendió incluso a quienes intuían su desgaste. El estudio entero la observaba en absoluto silencio.
En esa misma línea, profundizó sobre lo que implica exponerse al ritmo de MasterChef: “Es un certamen que te genera mucha adrenalina y te hace desafiarte a vos misma”. Y en ese quiebre, la actriz empezó a trazar un balance sincero, reconociendo el impacto que tuvo para ella animarse a un proyecto que siguió durante años: “Fue una experiencia hermosa haber estado en MasterChef. Es un programa que consumí y consumo desde siempre, y al que me animé a decir que sí este año”.
El momento más íntimo llegó cuando recordó su vínculo familiar con la cocina. Conmovida, compartió una reflexión que dejó al jurado especialmente tocado: “Gracias por las palabras, gracias por la oportunidad de transitar este ratito. Mi mamá me enseñó con amor a cocinar… En realidad, ni siquiera supo ella: yo la miraba y de ahí aprendí. Gracias a Telefe por haber podido ver a un montón de compañeros de trabajo, y a ustedes, que son lo más”.
La despedida tomó un tono más cálido cuando Eugenia Tobal habló del lazo que construyó detrás de cámaras: “Me llevo un grupo de compañeros que uno no imagina que puede generar en esa ensalada rusa”. Fue un cierre tomado por sus colegas entre lágrimas, especialmente por La Reini, que no pudo contener la emoción al verla dejar la cocina más famosa del país.
El gesto final lo dio Germán Martitegui, quien sorprendió con una frase que desdibujó cualquier rumor de tensión: “Un placer tenerte con nosotros, cocinás muy bien, te vamos a extrañar”. Ese cierre afectuoso, casi reparador, cambió la lectura del supuesto conflicto y dejó un último cuadro cargado de humanidad: un jurado que reconoce el trabajo y una participante que se retira abrazada por todo el equipo.