Hay momentos en la vida en los que parece que todo se detiene. Para Esteban Silva, ese instante llegó en 2019, en pleno partido de básquet, cuando su corazón, literalmente, dijo basta. Tenía 13 años, era inquieto, amaba los deportes y se movía con la energía inagotable de quien todavía no ha conocido el límite. Pero un diagnóstico médico le dio un giro al guion: su corazón no resistiría la exigencia física de los deportes aeróbicos. Le prohibieron correr, saltar, agitarse. Le prohibieron casi todo... salvo apuntar.
Fue entonces cuando el tiro con arco se cruzó en su vida. "Me recomendaron golf, equitación y tiro con arco. El último me quedaba a pocas cuadras de casa. Fui a probar... y desde ahí no paré más", cuenta hoy Esteban, con 19 años, varias medallas colgadas y un sueño latiendo fuerte: representar a la Argentina en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
El arco se convirtió en su salvación y en su pasión. Un deporte que exige concentración, equilibrio y dominio mental. "Si tu cabeza no está en su lugar, las flechas tampoco", explica. La diana, el blanco, se transforma entonces en un espejo del alma. "La dispersión muestra el caos interno".
Esteban entrena entre cuatro y seis veces por semana, dos a tres horas por día. Lo hace en el club Arqueros del Comahue, bajo la mirada de Damián Otero, también entrenador del seleccionado nacional. Ya es parte del grupo élite de la selección argentina y ha competido contra verdaderas leyendas. En Colombia, por ejemplo, pudo enfrentarse a su ídolo: Marcus Vinícius D'Almeida, a quien define como "el Messi del tiro con arco".
Pero si algo destaca Esteban es la capacidad de este deporte para devolverle la calma. "Entrenás, tirás flechas y volvés a casa liviano. Es terapéutico. Te ayuda a enfocarte, a estar presente". En un mundo de distracciones, el tiro con arco le enseñó a vivir flecha a flecha.
No está solo en el camino. Su familia lo acompaña y apoya. También el Estado y empresas que apuestan al deporte como herramienta de transformación. Fue uno de los ganadores del programa "Alentando el Deporte", impulsado por Vista Energy, la Fundación Laureus y el Gobierno de Neuquén. "Nunca se había presentado un proyecto de tiro con arco. Fue una gran alegría quedar entre los seleccionados".
El próximo desafío es en agosto: el Panamericano de Asunción 2025. Luego llegarán los Juegos Odesur 2026, el Panamericano en Lima 2027 y, si todo sigue su curso, Los Ángeles 2028.
"Le recomendaría a cualquiera que pruebe este deporte. Es único. Acá en Neuquén no hay nada parecido. Te ayuda a conocerte, a encontrar foco. A veces, también, a encontrar quién sos".
Esteban apunta alto. Y cada flecha que lanza no solo busca el centro de un blanco. Busca, sobre todo, seguir salvándole la vida.