Un joven vecino del barrio Confluencia rural protagonizó una travesía entre ese sector y el barrio Almafuerte, a través de las heladas calles de la capital neuquina, este miércoles, cuando el hielo en las calles se adueñaba de las esquinas y de las patinadas de automóviles y transeúntes.
"Vengo de Confluencia, voy hasta Almafuerte", informó el joven, montado en un caballo de buena estampa, con apero bien puesto, tras cruzar, por el semáforo correspondiente, la avenida Mosconi, llamando la atención de todos, pues no es frecuente en estos tiempos ver a alguien a caballo por las calles de una ciudad cada vez más grande y superpoblada de automóviles.
En el siglo pasado, la tracción a sangre era todavía muy usada, pero, a medida que pasaron los años y se complejizó la ciudad, prácticamente desapareció la presencia del caballo en la zona urbana, con la excepción de fiestas o celebraciones especiales.
Sin embargo, el uso de caballos para traslado todavía está vigente, como demostró este miércoles el joven de Confluencia.