Pánico y evacuación inmediata
La tarde del miércoles se vivió un momento de caos en Chos Malal. Alrededor de las 16.30, personal del CPEM N° 4 y CPEM N° 78 detectó un fuerte olor en los baños de varones: gas pimienta, según los indicios.
Preceptores y alumnos que se acercaron al lugar resultaron afectados y debieron recibir asistencia médica. Sin dudarlo, las autoridades decidieron evacuar el edificio de inmediato y suspender las clases del turno noche, para evitar más consecuencias.
El episodio encendió todas las alarmas: un colegio, lugar donde deberían primar la seguridad y la calma, se convirtió en zona de riesgo en cuestión de minutos.
Intervención de autoridades y medidas de prevención
En respuesta, intervinieron la policía y Defensa Civil, que iniciaron los peritajes correspondientes para determinar cómo ocurrió la situación y quién fue responsable.
Desde el Consejo Provincial de Educación, a su vez, decidieron suspender el turno nocturno y establecer un horario especial para el jueves. La limpieza del edificio y la revisión de cada espacio es prioritaria antes de que los alumnos puedan regresar, evitando así posibles afecciones respiratorias.
La preocupación crece entre padres y estudiantes, que no entienden cómo pudo suceder un episodio de este tipo dentro de una institución educativa.
Suspenso sobre la reapertura y la seguridad
El regreso de las clases quedó fijado para la mañana siguiente, con autorización de las autoridades escolares y de seguridad. Sin embargo, el miedo y la indignación persisten: ¿cómo alguien logró introducir gas pimienta en un colegio sin que nadie lo advirtiera antes?
Mientras se esclarecen los hechos, los estudiantes, padres y docentes quedan a la espera de explicaciones claras y medidas que garanticen que la escuela siga siendo un espacio seguro. La alarma ya quedó instalada, y muchos se preguntan si lo ocurrido podría haberse evitado.