Después de años de reclamos, calles anegadas con líquidos cloacales y vecinos cansados de convivir con el olor y el abandono, Neuquén está a punto de dar un giro histórico. El gobierno provincial acaba de licitar el proyecto ejecutivo para la ampliación de la planta de tratamiento Tronador, una obra fundamental que apunta a cubrir la demanda cloacal de los próximos 20 años.
La inversión ronda los 330 millones de pesos y representa un paso clave dentro de una política que, desde el primer día de gestión, puso el foco en los servicios esenciales: agua, saneamiento y medio ambiente. El EPAS (Ente Provincial de Agua y Saneamiento) ya tiene en marcha otro frente paralelo: el reacondicionamiento total de la misma planta, que ya fue licitado y comenzará en los próximos días.
“Una cosa es solucionar el problema actual y otra es pensar en lo que se viene. La ciudad no para de crecer y hay que estar preparados”, explicó Esteban Rodríguez, gerente general de servicios del EPAS
El reacondicionamiento demandará 400 días de obra, y en ese tiempo se busca modernizar y hacer más eficiente el sistema actual. Pero la ampliación va más allá: permitirá incorporar zonas históricamente postergadas como Valentina Norte Rural y Sur, sectores que crecieron mucho en los últimos años pero que aún hoy carecen de cobertura adecuada.
Problemas crónicos, soluciones esperadas
Los vecinos de calle Lanín saben bien de qué se habla. Allí, el problema de los colectores cloacales fue histórico: entre Saavedra e Ignacio Rivas, por fin fue liberado. Pero aún quedan tareas pendientes en tramos de La Pampa, Misiones y Don Bosco.
Y no es solo Lanín. En Gatica al 2600, los reclamos venían desde hace tiempo, y recién ahora comenzaron a verse respuestas. La concentración del tratamiento cloacal en la planta Tronador implica que, si no se invierte a tiempo, el sistema colapsa.
Actualmente, la ciudad cuenta con tres plantas, pero la mayor parte de los líquidos llegan a Tronador. La ampliación proyectada permitirá no solo evitar desbordes, sino también pensar una ciudad con crecimiento planificado.
Una obra que mira a futuro
Desde el EPAS explicaron que el proyecto ejecutivo estará listo antes de fin de año, y que en paralelo se comenzará a gestionar el financiamiento para iniciar la construcción. El objetivo es que, en menos de tres años, la ampliación esté operativa.
Este tipo de obras no solo mejoran la calidad de vida de quienes hoy padecen los problemas cloacales a diario, sino que preparan a Neuquén para los desarrollos habitacionales y comerciales que se vienen. Barrios nuevos, loteos en zonas rurales y cambios de uso del suelo requieren servicios eficientes. Y esta inversión apunta justamente a eso.
Con obras concretas y presupuesto en juego, el gobierno apuesta a dejar atrás uno de los problemas más molestos y visibles de Neuquén: las cloacas desbordadas en plena calle. ¿Será esta vez la definitiva?
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