Allen marcó un hito en la región al convertirse en la primera ciudad de Río Negro en prohibir de manera formal el funcionamiento de servicios de transporte de pasajeros que no estén habilitados por el municipio. La normativa alcanza a plataformas digitales como Uber o Cabify, así como a aquellos viajes contratados por WhatsApp o llamados telefónicos.
La decisión, aprobada por mayoría en el Concejo Deliberante y publicada en el Boletín Oficial, considera ilegal todo servicio que opere sin habilitación municipal, estableciendo sanciones severas para quienes incumplan la norma. Entre ellas se destacan la retención del vehículo, multas económicas y la suspensión de la licencia de conducir por un período de tres a doce meses.
El argumento central de la ordenanza apunta a la seguridad de los pasajeros: los vehículos que operan fuera del marco legal no cuentan con controles técnicos, seguros específicos ni revisiones médicas periódicas, lo que los expone a riesgos. Además, la medida busca proteger a los taxis locales de una competencia considerada desleal, dado que estos cumplen con exigencias legales y administrativas estrictas.
Durante los próximos tres meses, el municipio aplicará la normativa en un período de prueba que incluirá operativos de control y la creación de un registro de vehículos no habilitados. Paralelamente, se lanzarán campañas de concientización para informar a la comunidad sobre los riesgos de utilizar transporte informal y se habilitará una línea telefónica para denuncias ciudadanas.