Desde hace meses Neuquén se enfrenta a la ola de incendios más brutal de toda su historia. Bosques destrozados, más de 27.000 hectáreas consumidas por el fuego y millones de dólares invertidos en combatir las llamas. Sin embargo, la gente continúa haciendo fogones en Áreas Protegidas no habilitadas. En el último fin de semana se apagaron 370 fogatas particulares en el Parque Nacional Lanín.
"Creo que la sociedad tiene que tomar conciencia porque tuvimos un incendio de más de un mes. Tenemos que cuidar nuestro ambiente porque un fuego mal apagado termina en un incendio", aseguró a AM Cumbre el director de Áreas Protegidas en la provincia, Nicolás Lagos. Aunque parece que no, muchos de los conflictos en el Valle Magdalena tuvieron su orígen en asados o fogones que no se han apagado de la manera correcta.
Además, en una zona tan afectada por el fuego, la temperatura que se conserva en el suelo permite que la combustión viaje incluso a través de las raíces de los árboles, muchas veces conectadas entre si. “Es complejo porque se confunde el acceso público con el creer que podemos hacer lo que queramos. Entonces, por ahí hacemos fuego, dejamos basura y no es así”, afirmó Lagos.
Otro de los aspectos que preocupa a los funcionarios de Parques Nacionales es la cantidad de basura que queda tirada en las zonas protegidas, donde la gente no parece comprender que, además de paisajes, hay una lucha por la conservación ambiental.
En ese contexto los guarda faunas deben hacer una tarea cotidiana de concientizar a las personas y evitar que se hagan fuegos donde no está permitido. Cabe destacar que, en caso de que se origine un incendio por culpa de un asado mal extinto, la ley no hace distinciones entre la mala intención y la negligencia y los responsables serán juzgados penalmente por la magnitud de los actos.