CRÓNICAS NEUQUINAS

Buscaba oro y encontró impresionantes dibujos en las rocas

Los petroglifos están ubicados en el norte neuquino, son materia de estudios científicos y fueron declarados como Patrimonio Cultural e Histórico.
sábado, 12 de noviembre de 2022 · 00:00

(De Más Neuquén, por Isidro Belver).- Los petroglifos del Departamento Minas de Colo Michi Có, fueron descubiertos y dados al conocimiento público por primera vez en 1938, por el minero húngaro Bela Veiko quien buscando vetas de oro en la Cordillera del Viento, se tropieza con esas raras y numerosas piedras con extrañas marcas. Las identifica como pertenecientes a una desconocida cultura indígena muy antigua y se imagina al lugar como la manifestación de “una ciudad antropológica”.

Saca fotos, películas y quiere interesar al Gobierno del Neuquén y a la Universidad de La Plata, documentación lamentablemente inhallable. Ya con su imaginación desbordada, crea una Ciudad subterránea con grandes tesoros y riquezas de un supuesto pueblo Inca viviendo en túneles, para lo cual realiza algunas excavaciones y hasta voladuras con dinamita.

Desaparece de la zona, completamente trastornado con su sueño de las piedras y sus signos de riquezas ocultas.

En la década del 50, la existencia de las piedras, por informes de un maestro de Tricao Malal, son dadas a conocer a la sociedad neuquina por el Dr. Gregorio Álvarez y estudiadas luego, metódicamente, por Schobinger y Fernández. El Dr. Manuel Gorgni en la década del 70, con un trabajo paciente y viviendo en el lugar, relevó y fotografió una cantidad asombrosa de sitios con grabados, mucho mayor de lo pensado y en lugares insospechados, siendo el primero en fotografiar y dar a conocer los grabados de Las Chaquiras.

Posteriormente llegaron nuevos investigadores, como el Padre Manuel Molinas, informante relator del complejo “cueva de las manos” en Chubut, la Dirección provincial de Cultura, Gendarmería Nacional, y la Universidad del Comahue.

Colomichicó - Colo Michi Có

Un lugar destacado, lo ocupa el docente César Seró, personal de la escuela primaria de Butalón Norte, donde adquirió su pasión investigativa de los petroglifos del lugar y en especial de Colo Michi Có. Con paciencia, charlas con referentes, investigaciones en libros y prolongadas excursiones con vecinos y alumnos, fue formando un pequeña museo escolar.

Hasta el último momento de su vida investigando entre las mismas piedras de “Colo”, recorrió la zona de los petroglifos conocidos y detallando la ubicación de nuevas manifestaciones y diseños, que extendió luego a otros lugares de los alrededores de Las Ovejas.

También incursionó en la interpretación mística del lugar elaborando su convicción de ser el Norte Neuquino, un “magnífico templo abierto de manifestaciones chamánicas”.

A pesar de algunas depredaciones graves del pasado en las piedras de Colo Michi Có -sobre todo con las explosiones de dinamita empleada por Vela Beiko- se tiene la suerte de que la mayoría de las demás áreas, y nuevas que fueron surgiendo, estén en muy buenas condiciones con el solo desgaste del paso del tiempo que produce la exfoliación de algunas rocas en lascas con grabados.

Bajo responsabilidad del Área de Cultura de la Provincia, y últimamente la Universidad del Comahue se realiza desde hace varios años una importante y trascendental tarea de relevamiento, sistematización y propuestas de estudio y resguardo de todas las áreas con petroglifos del Departamento Minas. Es importante destacar que el Gobierno de la Provincia de Neuquén, a través de la Ley 2794, del año 2012, declara al sitio Colomichicó, como: PATRIMONIO CULTURAL E HISTÓRICO DE LA PROVINCIA DEL NEUQUEN.

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