La increíble historia del Hombre de Hielo

Por Hernán Di Menna, periodista. 

Los seres humanos estamos inmersos en una vida a toda velocidad. Buscamos, en los momentos de paz, algún anclaje que nos haga detener, al menos un rato, el cuerpo y la mente. Deseando esos momentos de felicidad, de vivir el aquí y ahora, nacen muchos tratamientos alternativos que intentan y prometen desde rejuvenecer las células hasta lograr que nuestros pensamientos permanezcan en algún tipo de armonía.

Y en todo el mundo comenzó a tomar notoriedad uno de ellos que es realmente muy particular: la inmersión del cuerpo durante algunos minutos en barriles llenos de hielo.

Allí donde nace una terapia alternativa pican millonarios y excéntricos envalentonados  por ser unos de los primeros en probar sus beneficios. Y muchos archifamosos de Hollywood empezaron a practicarlo. Maddona, Cristiano Ronaldo, Tom Cruise, Demi Moore, Kim Kardashian o David Beckam, son sólo algunos de ellos.

Y, tomando distancia de las frivolidades, aparece una historia de vida para contar.

Esta es la historia de Wim Hof quien, con la tristeza como detonante, encontró la paz en el control de la respiración y de la mente, y en su exposición al frío, del que dice que “es despiadado pero justo a la vez perfecto para controlar nuestra felicidad, salud y fuerza”.  No es un ser mitológico, pero podría serlo. Tampoco es un superhéroe de Marvel, pero…

¿Serías capaz de meterte en un enorme balde con 120 kilos de hielo?

Ser un Guinness

El extravagante holandés de 63 años, conocido como Ice Man o El Hombre de Hielo, es dueño de una vida digna de una serie de Netflix. Todo comenzó cuando perdió a su mujer por un suicidio durante un brote psicótico en 1995. Con 4 hijos a cuestas, decidió dar el puntapié inicial a un cambio en su vida para superar el luto. Y se aferró a su reconstrucción personal mediante desafíos extremos. Hoy es dueño de 26 récords Guinness que muestran su personalidad en toda su dimensión.

Sí, 26. Batió el récord de correr una media maratón descalzo sobre hielo y nieve en el Círculo Polar Ártico; corrió en el desierto de Namibia una maratón sin beber una gota de agua; nadó la mayor distancia bajo el hielo, con una distancia de 57,5 metros en un lago cercano a Pello, en Finlandia, donde casi pierde la vista por el congelamiento de sus córneas; escaló hasta el Monte Kilimanjaro en dos días llevando únicamente pantalones cortos; batió el récord mundial de mayor duración de tiempo en contacto total con hielo, estando 1 hora, 42 minutos y 22 segundos…

A partir de estos logros es que el método nace. Wim Hof reconoce entonces que no sólo él es capaz de estas hazañas, sino que podrían ser extrapoladas a cualquier otra persona. Y sienta las bases de su método en una frase “Respira, es gratis”.

Nace un método

Gracias a la técnica de respiración, este hombre explica sus proezas físicas y mentales que, sumadas a la concentración y las inmersiones frecuentes en agua helada, terminan de describir la base de este particular método tan en boga en todo el mundo.

Y plantea los objetivos generales: “Quiero deshacerme del miedo. Del miedo irracional. Del miedo traumático que te impide manejar problemas mentales como el dolor, la emoción, el estrés, trauma, depresión”.

La ciencia lo investigó y el holandés puso el cuerpo para el experimento. “No es nada filosófico o sectario. Es química”, asegura.

Durante el 2016 y el 2017 el cerebro de Wim Hof fue estudiado mientras era inducido a bajas temperaturas intermitentemente. El estudio demostró su capacidad para activar partes del cerebro que se comportan como un analgésico que junto con una respiración controlada, genera calor desde los pulmones. En otras pruebas quedó al descubierto su capacidad para conservar su temperatura en el interior del corazón a 37 ºC mediante una eficiente vasoconstricción y su competencia mental.

• Mayor quema de grasas
• Fortalecimiento del sistema inmune 
• Mayor rendimiento deportivo y mejor recuperación tras el ejercicio
• Incrementa la energía y la capacidad pulmonar
• Mejora la calidad del sueño
• Evita la inflamación del organismo
• Algunos estudios lo han relacionado con el alivio de migrañas

Y, a nivel psicológico el método Wim Hof puede hacer que las personas sufran menos estrés, eviten o reduzcan la ansiedad y la depresión, mejoren su capacidad de concentración, se sientan más enérgicos y creativos y que tengan más autoestima al estar superando retos.

Además, no se trata de un método con múltiples etapas y fases complejas: son sólo 3 acciones (pilares), pero de una forma continuada. En el caso del primer pilar, sólo es necesario aplicar una técnica de respiración diaria; en el segundo es necesario someterse a temperaturas bajas como duchas de agua fría o inmersión en hielo; y el último pilar, el enfoque mental, es la base que sustenta los dos pilares anteriores.

El método pasó por Neuquén

El pasado 7 y 8 de mayo, en el Centro Terapéutico El Árbol de la ciudad, más de 40 personas se iniciaron en el Wim Hof de la mano de Franco Recht, uno de los 5 instructores del método en el país.

“El encuentro fue hermoso, muy gratificante. Hubo buena demanda y predisposición en participantes. Lo más interesante fue que tenían perfiles distintos. Deportistas, personas con enfermedades autoinmunes, muchos jóvenes pero también algunos bordeando los 70 años”, nos contó el joven instructor sobre cómo fue la experiencia en Neuquén.

Franco no reconoce un momento en particular que lo haya acercado al método Wim Hof. Pero buceando en su historia y su personalidad podemos encontrar varios motivos de su elección por esta experiencia de vida. Desde joven es ciclista y lleva recorridos más de 25 mil kilómetros por todo el mundo arriba de las dos ruedas, desde Malasia, Tailandia, Australia hasta el Himalaya. Tiene 27 y desde hace un año que representa a la marca Wim Hof, luego de finalizar su instrucción en Polonia a comienzos del 2021. Se convirtió así en uno de los 15 autorizados en enseñar las técnicas Wim Hof en Latinoamérica.

“Soy una persona muy curiosa, de una familia numerosa, y desde muy chico tenía afecciones pulmonares, alergias y encima empecé a fumar a los 11 años. Hoy eso ya está superado. Todo lo que está relacionado con el sistema respiratorio era como una deuda pendiente. Mi interés por el método viene por ese lado.”

Y, antes de prometer una nueva visita a la provincia, aclara que “sólo uno de los pilares es la inmersión al hielo. El taller dura 5 horas y la inmersión no más de 3 minutos. Va mucho más allá del frío. La experiencia es la transformadora”.

Para información de nuevos cursos. IG: @francobicicleta