CURIOSIDADES

Cuál es el origen de los apellidos más comunes

Cómo y por qué se comenzaron a usar y cuáles son los que más comparten en la Argentina.
miércoles, 1 de febrero de 2023 · 18:27

Por Hernán Di Menna

Desde diciembre de 2019, el binomio que preside el país se apellida Fernández: hablamos de Alberto y Cristina. Ya nos acostumbramos, no nos suena nada extraño, pero no debe haber tantos antecedentes a nivel mundial de que los más altos mandatarios compartan apellido.

La Scaloneta también tiene entre sus inolvidables campeones del mundo algunos de los apellidos más comunes. El Dibu Martínez fue una de las grandes figuras salvándonos en varias oportunidades y ni hablar en los penales. Enzo Fernández entró después de la derrota con Arabia y terminó siendo elegido el mejor jugador joven del Mundial. El 9 era Lautaro Martínez, antes de que un incansable Julián Álvarez le robara el puesto de centrodelantero. Otro Martínez fue protagonista en la zaga central: hablamos del jugador del Manchester United Lisandro, adorado en Inglaterra. Nahuel Molina fue el lateral derecho que abrió el marcador ante Holanda. El Cuti Romero fue un pilar de la defensa. Guido Rodríguez era el 5 más clásico y le tocó jugar algunos partidos durante la fase de grupos. Alejandro Papu Gómez además de su talento, le aportó al grupo sonrisas y desparpajo. Y no podemos dejar afuera a otros apellidos comunes como fueron Exequiel Palacios, Ángel Correa o Marcos Acuña. Si… no podemos soltar el Mundial.  

El último censo del año pasado mostró que existen más de 340 mil apellidos diferentes en Argentina y además registró que González, Rodríguez y Gómez son los tres más recurrentes a nivel nacional. 

El estudio señaló que la mayoría de los apellidos (69,9%) son portados por entre 2 y 99 personas representando el 9,43% de la población; mientras que 73.363 apellidos (el 20,5%) posee un único representante (0,15% de la población). 

A los tres apellidos más frecuentes de nuestro país, González, Rodríguez y Gómez, los siguen Fernández y López, con más del 1% de la población cada uno a nivel nacional; y luego los apellidos Martínez, Díaz, Pérez, Sánchez y Romero, con cifras inferiores al 1%. Estos 10 apellidos, todos de ascendencia española, representan al 10.4% de la población nacional. 

 

Los comienzos de su uso

En la antigüedad, las personas estaban organizadas en pequeñas aldeas, por lo que se conocían unos con otros y no era necesario ofrecer más que un nombre para referirse a alguien. En la Edad Media comenzaron a formarse ciudades más grandes y feudos con bastante población, por lo que se hizo importante diferenciar a las personas, momento en el que nacen los apellidos.

En el caso de los nobles, estos adoptaban el apellido de su dinastía o podían quedarse con el de algún territorio conquistado, como forma de mostrar dominación. Los apellidos no comenzaron en un solo lugar, sino que se fue dando de forma espontánea o cuando un reino conquistaba otro. A medida que los imperios comenzaron a descubrir y conquistar nuevos territorios, impusieron el uso de apellidos en la población aborigen del lugar. En el caso de los esclavos se hizo lo mismo, su amo era el encargado de otorgárselos. Cuando el uso de apellidos se hizo más común y las diferentes culturas se mezclaron, muchos apellidos fueron traducidos de un idioma a otro o sufrieron pequeñas modificaciones.

Origen de los apellidos

Los apellidos pueden ser muy diferentes, pero si los analizamos, tienen un significado lógico. Lo más común, incluso al día de hoy, son apellidos que responden a una región geográfica, puede ser un país, zona o incluso pueblo. Por ejemplo, Valenzuela nació en la Villa Valenzuela, ubicada en Andalucía; o Gallego, de la ciudad de Galicia, también en España.

El segundo tipo de apellidos más comunes son lo que hacen alusión a un nombre. Si un hombre se llamaba Juan, su hijo iba a ser conocido por el resto como el hijo de Juan. Como ejemplo podemos tomar el apellido Rodriguez, que significa hijo de Rodrigo, Martínez hijo de Martín, González hijo de Gonzalo o Hernández hijo de Hernán.

En tercer lugar son encontramos con aquellos apellidos que se refieren a una ocupación. Si un hombre se llamaba Pedro y su oficio era la fabricación de zapatos, al tener que adoptar un apellido se usó su ocupación, pasando a ser Pedro Zapatero. Otros ejemplos de este tipo son Escribano o Herrero.

Otros apellidos responden a una característica física que distinguía a la persona que lo adoptó, tal como Blanco, Delgado o Moreno, entre otros tantos. Muchos apellidos actuales son mezcla de otros o de la unión de un apellido con otro, separados con un guión, en lo que se conoce como compuesto.

También los había que se apellidaban con nombres de lugares genéricos: Serrano, de quien viene de la sierra, Castro que es quien viene del castro, que es un tipo de fortificación. Tampoco era extraño que se tomaran por apellidos títulos que ostentaban la persona  como Caballero, Abad o Conde.

Un dato interesante es que en países orientales, las personas que tienen labores en que requieren interactuar con extranjeros, poseen, además de su nombre y apellido chino, uno internacional para hacer más fácil el trabajo.

Sin duda el estudio de los apellidos puede ayudarnos a entender la historia de un territorio y las numerosas influencias que tuvo. ¿Hemos mencionado tu apellido? ¿Conocías su origen?

 

 

Bonus track 

Te contamos algunos cosas curiosas o que fueron cambiando con el tiempo y que quizás no sepas con respecto a los apellidos y que dice la ley en estos casos.

-Apellido de los hijos: ¿Qué apellido llevan los hijos matrimoniales? Llevan el primer apellido de alguno de los padres. O de los dos, en el orden que elijan. Si no se ponen de acuerdo, el asunto se resuelve por sorteo en el Registro Civil. Todos los hijos del matrimonio tienen que llevar el mismo apellido que se haya decidido para el primero.

-¿Qué pasa con el apellido del hijo fuera del matrimonio? Hay que distinguir:

Si tiene relación con uno solo de los padres, lleva su apellido.

Si tiene relación con ambos padres, se aplica la misma regla que para los hijos matrimoniales.

Si la relación con uno de los padres se establece después, los padres acuerdan el orden.

Si no hay acuerdo, el juez dispone el orden de los apellidos según el interés superior del niño.

-Los hijos adoptados ¿Qué apellido llevan? Si adopta una sola persona, los hijos llevan su apellido.

Si adopta una pareja, se aplican las mismas reglas que para el apellido de los hijos biológicos matrimoniales.

Cuando el adoptado tiene la edad y madurez suficiente puede pedir que se le agregue su apellido de origen

-Apellido de las personas casadas:  ¿Qué apellido llevan las personas cuando se casan? Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con la preposición “de” o sin ella. La ley anterior sólo permitía que la mujer agregara el apellido de su marido a su apellido. Hoy, cualquiera de los cónyuges puede, si quiere, usar el apellido del otro.

-En caso de divorcio ¿qué pasa con el apellido? No puede usarse el apellido del otro cónyuge, salvo que el juez, por motivos razonables, autorice a conservarlo.

-Una persona viuda ¿puede seguir usando el apellido marital? Sí, mientras no contraiga nuevo matrimonio o unión convivencial.

-¿Puedo cambiarme el apellido?: Sí, sólo si el juez decide que existen motivos justos para el cambio. Sin embargo, hay casos en los que no se necesita autorización judicial:

Por cuestiones de identidad de género.

Por haber sido víctima de desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o supresión del estado civil o de la identidad.

Por haber sido separado de la familia biológica por medio del terrorismo de Estado y dado en adopción.

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