Guillermina Gorbal es una niña salteña que nació completamente sorda. Tras dos años de no percibir ningún tipo de sonido, logró escuchar por primera vez tras un implante auditivo de tronco encefálico (ABI). La operación fue inédita en el país y ya es considerada un "hito de la salud pública".
La intervención fue realizada el pasado 16 de junio en el Hospital de Alta Complejidad El Cruce Néstor Kirchner de Florencio Varela (provincia de Buenos Aires). Al nacer con una hipoacusia bilateral profunda -sin cóclea ni nervio auditivo- la única alternativa para percibir sonoramente era a través de la colocación de este implante.
Después de dos meses de pasar por el quirofano, el cuerpo médico realizó una reevaluación de los electrodos que fueron implantados. Y este jueves, activaron el implante de la niña en el servicio de pediatría del hospital. "Que ella empiece a percibir sonidos es toda una experiencia, es un mundo que comienza a descubrir. Se empieza con sonidos suaves porque al ser algo nuevo también puede ser desagradable y llevarla a tener una mala experiencia", explicó a Télam el neurocirujano Eduardo Salas.
Según explicaron desde el cuerpo médico, este tipo de intervenciones se vienen estudiando hace 25 años (originalmente en Estados Unidos). Y, si bien ya se practican en instituciones privadas, es la primera vez que se realiza una operación de este tipo en un hospital público.
Ahora para Guillermina, con el tiempo irán aumentándole la intensidad de forma gradual y trabajando en que pueda interpretar esas nuevas sensaciones. Con el tiempo, podrá incorporar el lenguaje tras un entrenamiento intensivo.
Su papá también declaró y dijo que entre viaje y viaje "es un costo terrible", pero que el esfuerzo lo vale: "Confiamos y creemos mucho en Dios y la virgen, y desde luego tratamos de darle a mi nena la mejor calidad de vida". Y concluyó esperanado sobre la historia de su hija: "Ojalá esto sirva para que alguien se entere y sepa que existe una posibilidad más para aquellos niños que no pueden escuchar".