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Lunes 27 de Octubre, Neuquén, Argentina
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Rescate en marcha: los animales del ex zoo de Luján salen del abandono

Four Paws, una organización mundial de bienestar animal con sede en Austria, asume el rescate de grandes felinos y osos del ex zoo bonaerense clausurado hace cuatro años.

Lunes, 27 de octubre de 2025 a las 16:01
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El 24 de noviembre de 1994 se inauguró en la provincia de Buenos Aires, el Zoológico de Luján, en el kilómetro 58 del Acceso Oeste, en cercanías del partido homónimo. El predio ocupaba una superficie de 15 hectáreas dentro de un amplio espacio natural.

La colección inicial estaba integrada por ejemplares de la fauna doméstica y silvestre: un mono, dos burros, dos ponis, algunas llamas y ciervos, una pareja de leones y pavos reales. Con el tiempo llegó  a contar con más de 50 ejemplares de leones, 20 tigres de Bengala, 12 pumas, unos 50 monos sudamericanos de  diferentes especies, dromedarios que se reprodujeron dentro del zoo y elefantes provenientes de la isla de Sumatra.

Desde su apertura generó una gran controversia por parte de organizaciones protectoras, debido a que los animales que tenían contacto con el público, estaban constantemente sedados y en un espacio muy reducido. Se pudo comprobar la infracción de algunas leyes y en el año 2014 se comenzó una investigación para avanzar en su posible cierre.

 A raíz de la denuncia de un ex empleado que dio detalles de las condiciones en que se encontraban los animales, se presentó una denuncia penal contra Jorge Alberto Semino, propietario del zoo de Luján, por maltrato y crueldad animal, que derivó en la clausura definitiva del predio en septiembre de 2020

En ese momento, quedaron en el lugar, más de 60 grandes felinos y 2 osos pardos, en condiciones críticas. Sin la posibilidad de ingresos, los propietarios intentaron sostener la alimentación de los animales mediante la venta de bienes. Mientras tantos muchos morían o se encontraban en condiciones de abandono.

Ahora, una misión de emergencia dirigida por Four Paws , con apoyo de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, comenzó formalmente el rescate  de todos los animales.

Los primeros pasos de la operación, incluyen la evaluación clínica de cada animal, muchos de los cuales se hallan en recintos pequeños y superpoblados con falta de especialistas en el lugar. Luego, se ubicarán unidades veterinarias temporales en el mismo predio, para sedación y traslado cuando sea necesario. Por último una reubicación diseñada, comenzando con los osos Gordo y Gorda que serán trasladados a un santuario de Four Paws en Bulgaria.

Las autoridades de la organización advierten que el trabajo no es solo sanitario, sino también logístico y jurídico. La misión supone una de las evaluaciones más grandes de felinos en un zoológico latinoamericano hasta la fecha y puede convertirse en un punto de inflexión para la legislación argentina sobre bienestar animal.

Este caso deja en evidencia lo que puede ocurrir cuando las instituciones pierden el control operativo durante años. Además es necesario incorporar políticas públicas, que anticipen intervenciones antes de que las situaciones alcancen un estado tan crítico como ahora el ex zoo de Luján.


 

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