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Domingo 17 de Agosto, Neuquén, Argentina
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El hábito, una herramienta clave para cambiar la vida

El médico cardiólogo y nefrólogo Gabriel Lapman explica cómo se construye un hábito y por qué la disciplina es más importante que la motivación.

Domingo, 17 de agosto de 2025 a las 12:00
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“Antes del hábito está el pensamiento del cambio, y eso realmente es un tema”, señala Lapman.

Formar un hábito saludable no es cuestión de fuerza de voluntad ni un cambio que ocurra de un día para otro. Así lo explica el médico cardiólogo y nefrólogo Gabriel Lapman, autor del libro Resetquien sostiene que antes de la acción hay un paso fundamental: el pensamiento del cambio.

“Antes del hábito está el pensamiento del cambio, y eso realmente es un tema”, subraya Lapman.

El especialista detalla que el proceso de transformación personal pasa por distintas etapas. Una de ellas es la etapa pre contemplativa, cuando una persona recibe una advertencia médica —como colesterol alto o hipertensión— pero aún no muestra interés en modificar su estilo de vida. “Ahí es donde hay que sembrar el pensamiento del cambio. Mostrarle al paciente que, si no toma medidas, su salud podría deteriorarse”, señala.

La siguiente fase es la etapa contemplativa, cuando la persona empieza a considerar que necesita un cambio: “Empieza a decir ‘voy a hacer algo’, como ir al gimnasio o jugar al tenis. Ahí ya hay una semilla de transformación”, explica Lapman.

Una vez que esa decisión consciente se convierte en acción, comienza la construcción del hábito, un proceso que —sostiene el médico— “puede mejorar significativamente la calidad de vida”.

 

Salir del círculo vicioso

Para Lapman, adoptar hábitos saludables significa cortar con una dinámica que enferma. “El sedentarismo, la alimentación ultraprocesada, el estrés crónico: todo eso genera enfermedad. El hábito saludable rompe ese ciclo y construye salud”, remarca.

 

¿Cuánto tiempo lleva?

El tiempo para formar un hábito varía: hay teorías que hablan de 21 días, otras de un mes y algunas de hasta seis meses. Pero, para el especialista, más que contar días lo importante es sostener el compromiso.

“La motivación puede durar dos o tres semanas, pero después aparece la vida real: un cumpleaños, una reunión, el estrés… y esa motivación cae. En cambio, la disciplina es la que nos mantiene firmes: no siempre me gusta ir al gimnasio, pero sé que tengo que hacerlo”, concluye.

 

 

La entrevista completa a Gabriel Lapman:

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