El 16 de septiembre de 1976 quedó grabado en la memoria argentina como la Noche de los Lápices, un episodio de represión llevado a cabo durante la última dictadura militar liderada por Jorge Rafael Videla. Esa noche, un grupo de estudiantes secundarios de La Plata fue secuestrado por reclamar el boleto estudiantil gratuito, un derecho que buscaban garantizar para su comunidad educativa.
Este hecho, que simboliza la violencia ejercida contra la militancia estudiantil, no solo marcó un hito en la historia nacional sino que también se transformó en una herida abierta en la memoria colectiva. En reconocimiento, la fecha fue incorporada al calendario escolar como el Día Nacional de los Derechos de los Estudiantes Secundarios, mediante la Ley 10.671, para promover la reflexión y mantener vivo el recuerdo de las víctimas.
La operación represiva fue ejecutada por la Policía Bonaerense bajo las órdenes del general Ramón Camps. Diez jóvenes de entre 16 y 18 años, vinculados a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), fueron detenidos ilegalmente en un contexto en el que la dictadura buscaba escarmentar a la militancia peronista estudiantil, coincidiendo además con el aniversario del golpe contra Juan Domingo Perón en 1955.
Entre los secuestrados figuraban Claudia Falcone, Francisco López Montaner, María Clara Ciocchini, Horacio Ungaro, Daniel Racero y Claudio de Acha. Fueron trasladados a centros clandestinos de detención donde sufrieron torturas. Solo cuatro sobrevivieron, incluyendo a Pablo Díaz, cuyo testimonio en el Juicio a las Juntas en 1985 fue fundamental para visibilizar estos crímenes.
La Noche de los Lápices no fue un caso aislado, ya que la represión durante el terrorismo de Estado se enfocó especialmente en el ámbito educativo, con desapariciones de docentes y estudiantes en todo el país, según detalla el Gobierno Bonaerense.
Hoy, la historia de estos jóvenes secuestrados se ha convertido en un símbolo de la lucha estudiantil en Argentina. Sus nombres honran escuelas, aulas y proyectos educativos, recordando el compromiso y sacrificio de quienes defendieron sus derechos en tiempos de dictadura.