La escritora estadounidense Joyce Carol Oates, galardonada con premios como el National Book Award y el PEN/Malamud Award, publicó una reseña en The New York Times donde elogia el último libro de la autora argentina Samanta Schweblin, titulado El buen mal.
Schweblin, reconocida como una de las voces más destacadas del cuento contemporáneo latinoamericano, presenta en esta obra una colección de relatos que exploran la inminencia de la tragedia y la complejidad de la vida familiar. Oates describe las historias como “poderosamente evocadoras e inquietantes”, y señala que “parecen flotar, como sueños febriles, entre la reconfortante familiaridad de la vida doméstica y los crudos, impredecibles y visionarios vuelos del inconsciente”.
El Buen Mal en seis historias
En su análisis, Oates resalta que las seis historias de la colección tienen la fuerza emocional de una novela condensada, sumergiendo al lector en vidas marcadas por la presión de la vida familiar y crisis existenciales que enfrentan madres, esposas e hijas. Por ejemplo, en “Una visita del jefe”, una mujer reflexiona sobre el sentido de su vida y la ausencia de señales que le indiquen un propósito claro.
Otro relato, “Bienvenidos al Club”, narra la experiencia de una joven esposa y madre que intenta ahogarse en el lago detrás de su casa, describiendo esa sensación con imágenes hipnóticas y seductoras vinculadas a la muerte. La narradora, que deja cartas para su familia, enfrenta la culpa y la necesidad de protección hacia sus hijas, un tema recurrente en la obra de Schweblin.
Oates también destaca la presencia de figuras masculinas en los cuentos que irrumpen en la vida de las protagonistas con una mezcla de amenaza y liberación emocional, como en “La visita del jefe”, donde un hombre armado desafía y al mismo tiempo fortalece a la mujer protagonista.
La reseña menciona la traducción realizada por Megan McDowell, quien logra transmitir el lirismo amenazador de la prosa de Schweblin. Según Oates, las historias mantienen una tensión constante cargada de contradicciones, y concluye con la imagen de la protagonista del relato final que descubre un inesperado apetito tras un gesto de despedida de su misterioso acompañante.
Este reconocimiento de Joyce Carol Oates suma un nuevo capítulo al creciente prestigio internacional de Samanta Schweblin, cuya obra continúa ganando lectores y elogios en todo el mundo.